El PSOE ha aprovechado la primera sesión de control al Gobierno de Mariano Rajoy para meter el dedo en la herida que más sangra poco: las constantes contradicciones en las que incurren los ministros apenas un mes después de haber tomado posesión de sus cargos.

El portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, ha defendido que  la 'secuencia imparable de descoordinaciones' contribuye poco o nada a ganar credibilidad tanto en España como en el exterior. Alonso ha preguntado a la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, si considera que está realizando bien su tarea de Gobierno. La también Ministra de la Presidencia ha replicado que resulta 'difícil hacerlo con 5 millones de parados' y que es 'insólito' que lo pregunte alguien que fue parte del Gobierno que dejó esa cifra.

'Para ser un Gobierno tan descoordinado', le dijo la vicepresidenta, 'ha hecho en siete semanas lo que el suyo no se atrevió a hacer ni a empezar en siete años', ha zanjado.

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha reprochado a Rajoy que nada más llegar al Gobierno haya hecho 'lo que tenía pensado hacer' desde el principio pero lo opuesto a lo que prometió en la campaña electoral y ha recordado las numerosas declaraciones en las que ha sido 'cazado' a lo largo de este mes. Desde 'La reforma laboral me va a costar una huelga general' dicho en Bruselas al 'Vivo en el lío' con el que se sinceró ante el president catalán Arthur Mas.

Rubalcaba ha aconsejado a Rajoy que tenga cuidado con los micrófonos 'no vaya a ser que los españoles piensen que sólo dice la verdad cuando cree que no le escuchan'. Visiblemente contrariado, Rajoy le ha respondido con una celebración: que las responsabilidades de Rubalcaba sean menores que cuando era vicepresidente del Gobierno dada la 'altura' de su intervención. 'Lecciones, las imprescindibles', le ha advertido.