El PSOE encargó ayer al ex ministro de Trabajo y vicepresidente de la Fundación Ideas, Jesús Caldera, una misión difícil: alcanzar el máximo acuerdo posible en la reforma del sistema de pensiones. Él será el encargado de 'defenderla en el Parlamento' y también actuará de 'interlocutor con los grupos', según explicó en declaraciones a este diario poco después de ser designado 'negociador' por el PSOE.

Caldera releva en la defensa de este tema a la portavoz de la comisión del Pacto de Toledo, Isabel López i Chamosa, a la que desde diferentes sectores se le atribuyen algunos errores. No obstante, desde la dirección del PSOE lo plantean en positivo: 'En un momento tan importante como este, la visión de Caldera que tiene una visión general de la cuestión es muy valiosa'.

'Sostenibilidad y equidad', claves de la reforma según el ex ministro

Además de ex ministro de Trabajo en el primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, y por tanto conocedor del área, Caldera fue el portavoz parlamentario del PSOE en los años de oposición entre 2000-2004. En este tiempo, dirigió las negociaciones para alcanzar el Pacto por la Libertad y contra el terrorismo, suscrito por el PP a finales del año 2000.

El vicepresidente de Ideas acogió con satisfacción esta tarea y se puso de inmediato manos a la obra, intentando aportar su experiencia y conocimientos para explicar porqué había que acometer esta modificación. 'Como ministro impulsé la reforma de 2007 y esta es un complemento de aquella con el objetivo de mantener la cohesión del sistema y mejorar las pensiones', manifestó.

La jubilación a los 67 años es innegociable para los socialistas

Sabedor de lo difícil que es explicar a los ciudadanos el esfuerzo que hay que hacer ahora para garantizar las pensiones a las generaciones futuras, el ex ministro aludió a ejemplos cercanos. 'Tengo tres hijas. Ellas van a vivir más que yo, unos cuatro años más por esperanza de vida. Cuando lleguen a la edad de jubilación no parecerá descabellado tener una carrera de cotización un poco más larga'. Para Caldera 'dos años más no son recortes, es un refuerzo de la continuidad del sistema'.

En la dirección del PSOE afirman que la ampliación de la edad de jubilación a los 67 años es innegociable. Un discurso que comparte Caldera y que defenderá la próxima semana en el Congreso de los diputados. 'Intentaré presentar un relato: los avances logrados desde la recuperación de la democracia, las reformas que lo han fortalecido y como esta en la que se está debatiendo lo hará aún mas', detalló el diputado socialista.

En su opinión, la reforma que se ha planteado 'es una etapa más de un proceso de profundización en el sistema' que tendrá efectos positivos en términos de 'sostenibilidad, progresividad y equidad'.

Cerradas las conversaciones y planteadas las recomendaciones de la comisión del Pacto de Toledo, en el PSOE y el Gobierno hay un optimismo prudente. El pasado lunes, el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, cifró las posibilidades de cerrar con éxito la reforma en torno a un 30%. En la cúpula socialista, las expectativas crecen hasta el 50% y eso que 'hace un mes eran de un 1%'.

Aunque Caldera prefiere no hablar en términos de porcentajes sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo, lo cierto es que tiene esperanzas de cumplir con éxito la misión encomendada. 'Las recomendaciones del Pacto de Toledo son de consenso. En el fondo hay acuerdo, hay una diferencia de visiones en el instrumento', apuntó el ex ministro. Y ahí es donde tocará hacer equilibrios y negociar con los grupos parlamentarios.

En Ferraz, sostienen que si no hay un pacto sobre todo, 'podemos llegar con los sindicatos a un pacto sobre el desacuerdo. Más allá de retrasar hasta los 67 años la edad de jubilación, los socialistas están abiertos ha introducir flexibilidad en otros aspectos para alcanzar el acuerdo.