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El PSOE acusa a Rajoy de pensar en los rentistas más que en los recortes

El Gobierno reprocha al PP que apruebe tijeretazos en las autonomías en las que gobierna pero que rechace el Impuesto de Patrimonio

MIGUEL ÁNGEL MARFULL

'Si primero fue la niña, ahora es un amigo rentista rico en quien se escuda Rajoy' para rechazar el Impuesto sobre el Patrimonio, ironizó el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, retando al líder del PP a resolver una cuestión de principios: 'Si quiere o no, que quien tiene un patrimonio más alto pague un poco más para que los que no tienen empleo, especialmente los jóvenes, lo encuentren'.

El PSOE y el Gobierno duplicaron ayer todos sus altavoces para rebotar, convenientemente recargada, la caricatura que improvisó el jefe de la oposición para valorar la restauración del Impuesto sobre el Patrimonio. 'Conozco a gente que ha heredado y vive de esa renta', ventiló Rajoy. 'Dudo de la justicia social de la decisión', añadió, para incorporar al debate un concepto la muletilla social que el PSOE maneja con comodidad.

'Ninguna comunidad cobrará dos veces por lo mismo', corrige Blanco a Salgado

Servido en esta bandeja, los socialistas y el Ejecutivo trataron de colocar a Rajoy entre la espada de subir tributos a los más ricos y la pared de ordenar ajustes sociales. El portavoz del Gobierno y ministro de Fomento, José Blanco, aseguró no entender 'cómo el PP avala recortes en la educación pública como hace en Madrid, el País Valencià y Galicia y no quiere que los que más tienen contribuyan en este momento de crisis'.

'Es conveniente que en estos momentos de dificultad económica los partidos sean prudentes y creo que el PP debería aclarar esto', insistió Blanco.

'Es una improvisación para tener entretenido al personal', dice el PP

'Millones de españoles querrían ser como el amigo rentista de Rajoy. Me sorprende que esté más preocupado por su amigo que por los profesores que están despidiendo en las comunidades donde gobierna el PP', redondeó el portavoz del Ejecutivo, al confirmar la reactivación del tributo que aprobó el Consejo de Ministros.

EL PSOE se sirvió de la indefinición de partido conservador, que no revela si eliminará o no este gravamen si llega al Gobierno, para sacar pecho ante el golpe de timón fiscal que ha devuelto a los socialistas la primacía en la agenda preelectoral. '¿Por qué no quiere Rajoy que se haga ese esfuerzo de solidaridad? ¿Por qué el PP es menos solidario con los españoles que los millonarios alemanes con los alemanes, o los millonarios franceses con los franceses?', preguntó Rubalcaba en un encuentro con colectivos sociales que celebró en Cádiz.

En ese marco de precampaña, el candidato del PSOE a la presidencia pidió al PP que 'no se avergüence y explique, si gana las elecciones, dónde va a hacer recortes'.

'Está muy mal que se vuelva a poner', se queja el banquero Emilio Botín

De forma paralela, el Gobierno validó como había anunciado la recuperación del impuesto en un real decreto ley que confía que el Congreso deberá convalidar la próxima semana. Para superar ese trámite, el Grupo Socialista espera contar, entre otros, con el valor añadido del apoyo de las minorías de izquierdas, consciente del rechazo que suscita en el PP y la derecha nacionalista gravar la riqueza.

'Lo justo, a juicio del Gobierno, es no recortar sin pedir un esfuerzo a los que más tienen. Lo justo es repartir las cargas de la crisis', solemnizó Blanco en la sala de prensa de la Moncloa al explicar los preliminares del decreto. 'Pagarán 160.000 ciudadanos', concretó, para espantar temores en la clase media. Suponen el 0,6% del total de contribuyentes, porcentaje que declara tener un patrimonio superior a 700.000 euros.

Ante el reiterado rechazo a este gravamen del que han hecho gala los territorios gobernados por el PP, Blanco advirtió por primera vez de las consecuencias aún en forma de deseo: que no se pueda criticar el tributo, censurar a quien hace el trabajo ingrato de reactivarlo, y poner luego la mano para recibir el dinero.

El portavoz anunció por eso que el Estado 'no compensará a aquellas comunidades que decidan no aplicar' el Impuesto sobre el Patrimonio, como hace cada año desde que lo neutralizó en 2008, con el fin de no dañar sus presupuestos, ya que su gestión y recaudación dependen de las comunidades autónomas.

'Si hay que remover obstáculos, se tendrán que remover, pero no es lógico que quien decide boicotear el impuesto quiera que se le siga compensando. Ni se puede compensar a las comunidades autónomas dos veces por lo mismo, ni aquellos que decidan no aplicarlo pueden exigir luego compensación al Estado', avisó Blanco, ampliando el margen de maniobra que trazó un día antes la vicepresidenta económica.

Elena Salgado, al detallar el jueves en rueda de prensa los pormenores del tributo, reparó en un 'obstáculo': que los territorios seguirán recibiendo apliquen o no el impuesto la compensación que se fijó al ser en su día suspendido, ya que está recogida en la Ley de Financiación Autonómica. El Ejecutivo considera ahora, sin embargo, que hay tiempo ya que el gravamen habrá de declararse a mediados de 2012 para acordar una solución que impida a las autonomías cobrar dos partidas por el mismo tributo.

Al paso de esta advertencia, varias comunidades regidas por los conservadores realimentaron su rechazo poniendo acento territorial al de los dirigentes nacionales del PP. 'Es una improvisación política para tener entretenido al personal', minusvaloró la portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría.

'Basta ya de demagogia, de plantear cuestiones que tratan de dividir y crear confusión', coincidió la número tres del PP, Ana Mato, denunciando el cambio de opinión' del Gobierno al recuperar este impuesto. 'No sabemos a qué se debe, desde luego no está pensando en el empleo y en las familias españolas', receló.

Pragmático, el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, igual de refractario 'por principios' a este tributo 'confiscatorio que sólo existe en la India', según publicó en su web, admitió que 'habrá que estudiar' su reinstauración para no dañar las finanzas de la Generalitat.

La jerarquía económica se unió a estas críticas. 'Lo he dicho una vez y lo repito. Me parece que está muy mal que se vuelva a poner', resolvió el presidente del Banco de Santander, Emilio Botín, décima fortuna del país según la clasificación de la revista Forbes.

'Si ser rico es, después del ahorro de toda la vida, tener 700.000 euros en patrimonio, creo que a las clases medias las vamos a dejar peor de lo que están', denunció Arturo Fernández, vicepresidente de la CEOE, .

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