La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, estrenó ayer su renovado cargo con una maratoniana jornada en la que concedió nueve entrevistas a lo largo del día, aunque faltó a la tradicional rueda de prensa de los lunes en la sede nacional del partido. El grueso de todas sus intervenciones versó sobre las marchas que un día antes congregaron a un millón y medio de personas contra la reforma laboral. Y su conclusión fue siempre la misma: el apoyo al Gobierno el 20-N es 'infinitamente mayor' al que tuvieron las movilizaciones contra el decretazo.

Para el PP, la mayoría absoluta cosechada en las urnas es la muestra de que los españoles les han dado un mandato claro para poner en marcha su agenda reformista. Hasta el punto de llegar a minimizar que los ciudadanos salgan a la calle contra unas medidas que la formación no había avanzado en campaña electoral. Su número dos lo dejó claro ayer en todas estas entrevistas. 'La respuesta social de los españoles hacia un partido que acaba de ganar las elecciones ha sido infinitamente mayor que lo que pudimos ver ayer [por el domingo] en las calles de España', valoró la dirigente conservadora.

Aboga por mantener 'inalterable' la esencia de la reforma laboral

Tras calificar de 'necesaria' la reforma laboral aprobada por el Consejo de Ministros, lamentó que sindicatos y patronal hayan estado 'años' negociando la reforma sin llegar a un acuerdo . Además, rechazó que exista una campaña del PP contra los sindicatos tal y como había apuntado el pasado fin de semana el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. 'No es una campaña en contra de nadie', insistió. Una expresión que ya había empleado Rajoy el domingo a puerta cerrada a la nueva cúpula del partido.

La número dos del PP también consideró que, 'hasta ahora, los que tenían que incentivar la contratación no lo han hecho'. Y anunció que el Gobierno quiere mantener 'inalterable' la esencia de la reforma laboral.

Arenas, en cambio, se muestra partidario del 'diálogo' con los sindicatos

El pasado viernes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, abogó por que los sindicatos, al recibir dinero público, hagan un ejercicio de transparencia e informen del sueldo de sus dirigentes. Todo pese a que el Partido Popular, que también recibe fondos públicos, no tiene en mente desvelar cuánto paga a sus cargos en el partido.

No obstante, preguntada sobre la cuestión, la secretaria general del PP presumió de transparencia. 'En el PP es perfectamente transparente lo que ganan sus dirigentes'. Lo cierto es que hasta la fecha sólo se conoce lo que perciben aquellos que, por sus responsabilidades públicas, tienen obligación de hacerlo.

En esta línea, mostró su deseo de que sean también otras formaciones políticas las que hagan este ejercicio de transparencia.

Exhibiendo un perfil menos duro que Cospedal, el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, expresó ayer su 'respeto' hacia los sindicatos, a los que ha ofrecido mantener 'siempre' el 'diálogo', aunque advirtió de que 'hay que seguir el camino de las reformas' dirigidas a combatir la crisis económica y generar empleo. 'Lo único que no se nos puede pedir en este momento es que no hagamos nada' porque 'no podemos quedarnos pasivos' ante las actuales tasas de paro, dijo en Almería, informa Efe.