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El PP asegura que España está "intervenida"

El partido bajará el sueldo de sus políticos. Los barones regionales piden a Rajoy que exija elecciones anticipadas

YOLANDA GONZÁLEZ

El PP dio ayer un salto cualitativo en su política de desacreditar las medidas del Gobierno para salir de la crisis. Los conservadores han pasado de intentar establecer paralelismos entre la situación que atraviesa Grecia y la de Españaa la de pintar un panorama aún más desolador. Hasta el punto de sostener que 'nunca los españoles pudimos pensar que tendríamos un Gobierno intervenido por la Unión Europea', 'bajo sospecha' y en 'estado de vigilancia'.

Estas fueron las palabras con las que el líder del PP, Mariano Rajoy, se dirigió ayer a sus presidentes autonómicos y regionales en una reunión convocada en la sede nacional del partido para analizar el 'decretazo' de reducción del gasto público anunciado el pasado miércoles por el jefe del Ejecutivo. Un decreto ley que, a juicio del líder del principal partido de la oposición, es 'improvisado', 'impuesto', 'injusto' e 'insuficiente'.

El líder del PP considera que España está 'bajo sospecha'

Tras más de dos horas de reunión con sus barones y con la cúpula del partido, el líder del PP dio por concluido el debate con un discurso destinado a subrayar la debilidad del país. 'España empieza a ser vista como un problema para la estabilidad de la moneda única', lo que para Rajoy constituye 'un auténtico bochorno'.

El segundo eje de su intervención fue destinado a poner en entredicho el 'impuesto' recorte del gasto social anunciado por José Luis Rodríguez Zapatero. 'No lo ha hablado con nadie', se quejó el presidente de los conservadores, antes de recalcar que 'hace recaer el peso del ajuste sobre las personas más débiles'. En este sentido, exigió al Gobierno que 'haga un real decreto ley que se entienda' y aclare si la bajada del sueldo a los funcionarios afecta 'a todos' y a partir de cuándo tendrá efecto la congelación de las pensiones.

Los asistentes a la reunión coincidieron en señalar que el partido hará bandera en contra de la bajada de las pensiones. 'Es una línea roja que no estamos dispuestos a sobrepasar', explicaban.

Por ello, el líder del PP se comprometió a presentar mociones en todas las comunidades exigiendo que se cumpla el Pacto de Toledo, 'liquidado' por Zapatero. Los conservadores pedirán la reunión del Pacto en el Congreso para exigir que se retire la congelación de las pensiones.

Los conservadores apuestan por recortar ayudas a sindicatos y a TVE

Hay que recordar que en los seis primeros años de Gobierno de José María Aznar (PP), entre abril de 1996 y el mismo mes de 2002, la pensión media subió en 99 euros, al pasar de 567 a 666 euros. En el mismo periodo del Gobierno de Zapatero, la pensión media se incrementó en 168 euros, desde los 730 de abril de 2004 a los 898 actuales.

La alternativa del PP a la congelación de las pensiones está, según puso de manifiesto Rajoy, en reducir ministerios (ver recuadro) y subvenciones a 'empresarios, sindicatos y partido políticos' y en recortar gasto en las televisiones públicas 'empezando por Televisión Española'. 'El Gobierno no puede actuar de manera dictatorial imponiendo cosas que no hay necesidad de hacerlas', recalcó.

Además, Rajoy arrancó a sus presidentes autonómicos y regionales el compromiso de reducir los sueldos de los altos cargos 'en la misma cuantía en la que se reduzcan en el Gobierno de España y en el Parlamento'. En el caso de los ayuntamientos, los conservadores están dispuestos a hablar con el resto de las fuerzas políticas para conseguir que se produzca un ahorro similar.

En seis años, el PP subió 99 euros la pensión media; el PSOE, 168

Puertas adentro, los barones autonómicos y regionales jus-tificaron su ausencia Esperanza Aguirre (Madrid), Ramón Luis Valcárcel (Murcia), José Ramón Bauzá (Baleares), Juan Jesús Vivas (Ceuta) y Juan José Imbroda (Me-lilla) coincidieron en la necesidad de que su jefe de filas pida elecciones anticipadas. Se trata de una idea que después Rajoy no se atrevió a trasladar a su discurso en abierto. 'Pero se ha acordado que se pedirá', insistía uno de los dirigentes.

Según los presentes, la defensa más 'vehemente' la hizo Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta, que argumentó que la ciudadanía reclama un adelanto electoral. A su idea se sumaron Juan Vicente Herrera (Castilla y León), Pedro Sanz (La Rioja), Francisco Camps (Comunitat Valenciana) y Antonio Beteta (consejero de Economía de Madrid). Y también Javier Arenas, vicesecretario de Política Autonómica y uno de los hombres con más peso en el partido.

Arenas, también líder del PP andaluz, aseguró que el partido está en un momento 'trascendental' y que no es momento de pedir una cuestión de confianza cuando se sabe 'que tendría poco recorrido'. De momento, Rajoy exigió a Zapatero que explique 'con qué apoyos cuenta para llevar adelante el programa de gobierno, si lo tiene'.

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