Un incendio en la refinería La Rábida de Cepsa, en Palos de la Frontera (Huelva), causó este miércoles la muerte a dos trabajadores y otros dos resultaron heridos graves. El fuego, que generó una columna de humo visible a varios kilómetros, se originó sobre las 12.40 horas en una planta de tratamiento de aguas residuales y afectó a una línea de gasóleo. La empresa ha ordenado una investigación para conocer las causas del siniestro y la Junta de Andalucía ha abierto por su parte un expediente informativo.

Los servicios de emergencia llegaron al lugar sobre las 13.13 horas, donde hallaron tres heridos. Uno de ellos fue trasladado en estado crítico al hospital sevillano Virgen del Rocío, pero ingresó ya cadáver con quemaduras en el 95% de su cuerpo, según la Consejería andaluza de Salud. Los otros dos heridos fueron trasladados a la Unidad de Quemados del centro sevillano tras pasar por el hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva. Ambos permanecían anoche ingresados, graves pero estables.

El más joven, de 25 años, tiene quemaduras en el 12% de su cuerpo. El segundo, en el 7%. El cadáver de esta segunda víctima fue localizado con posterioridad.

El fuego quedó totalmente extinguido sobre las tres de la tarde. Desde 2002, al menos 11 personas han muerto en siniestros similares en España.

Cepsa transmitió “su profundo pesar” a los familiares y se puso a su disposición y a la de las autoridades para esclarecer los hechos. No obstante, este es el segundo verano consecutivo en el que la refinería registra incidentes. En julio pasado, aunque no hubo que lamentar muertes, se produjo un vertido tras las operaciones de descarga de un buque: casi diez toneladas de hidrocarburo mezcladas con 391 de arena se expandieron a lo largo de 14 kilómetros de playas del entorno de Doñana, en un espacio protegido. El impacto, en aquella ocasión, fue nulo según los informes de la Estación Biológica de Doñana (CSIC), pero tanto científicos como ecologistas alertaron de insuficientes medidas de seguridad.

Este miércoles, los ecologistas volvieron a incidir en su denuncia, exigieron una investigación y pidieron responsabilidades. “La refinería debería invertir más en seguridad y menos en publicidad, y corregir estos episodios que dañan a Huelva, a sus ciudadanos y a la imagen de la provincia”, dijo Juan Romero, de Ecologistas en Acción.