'Lo lamentamos y pedimos disculpas. La incidencia de Bellvitge es grave y nos demuestra que las medidas tomadas hasta ahora han fallado y son insuficientes'. Estas palabras las repitió una y otra vez el Secretario de Estado de Infraestructuras y Planificación, Víctor Morlán, durante la rueda de prensa de ayer para explicar la avería en un tramo de vía única entre la estación de Sants y Castelledefels donde se realizan obras de mejora en la catenaria.

Precisamente lo que causó la incidencia fue la caída de un cable de la catenaria vieja, cable que debía recoger a finales de semana la empresa Isolux Corsán puesto que la catenaria nueva ya estaba en funcionamiento.

En total la incidencia provocó el retraso en 151 trenes y la suspensión de otros 48, afectando a cientos de pasajeros. Morlán reconoció que la incidencia 'se podía haber evitado' y anunció que se ha abierto una investigación para determinar las causas que la provocaron. Además, aseguró que una vez se conozcan todos los detalles se asumirán responsabilidades.

El número dos del Ministerio de Fomento parecía cansado de no poder dar respuestas ni soluciones, y lanzó muchos interrogantes mientras los periodistas le sondeaban con miradas suspicaces. Muchos son usuarios de Renfe y las averías producen el efecto déjà vu. Más allá del porqué los usuarios reclaman soluciones.

Ante tanto despropósito, las reacciones no se han hecho esperar. El Portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Joan Tardà, reclamó que 'si Morlán no es capaz de frenar las averías y el caos permanente que la vive la red de Cercanías en Barcelona, regrese a Madrid'.

Por su parte, CiU pidió 'por favor' a la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, que 'no vuelva a poner los pies en Catalunya, porqué es un insulto a la dignidad de los catalanes que venga a darnos lecciones' mientras Renfe sigue funcionando a un nivel tercermundista.

Asimismo, el grupo del PP en el Congreso pidió a Rodríguez Zapatero que por 'respeto al Parlamento y a los ciudadanos' cese a la ministra de Fomento. D