José Montilla perdió ayer una jornada completa de la campaña cuando sólo faltan cuatro días para las elecciones. Por la mañana estuvo en la reunión del Gobierno catalán y por la tarde encerrado en su despacho de la sede del PSC, preparando el debate mientras los juristas de la formación intentaban desencallar la emisión.

Una hora después de conocerse la noticia, el candidato compareció ante los medios para ofrecer su opinión sobre lo sucedido, en la que no faltaron los ataques al 'partidismo de Mas para evitar el cara a cara', ya que aseguró que en toda la campaña había propuesto en 23 ocasiones el cara a cara. El PSC interpondrá un recurso contencioso electoral para resolver la situación pero existe poca confianza de que prospere a tiempo.

El candidato admitía estar 'muy decepcionado' con la decisión de la Junta Electoral, sobre todo porque se basaba en 'motivos estrictamente formales' e imposibilita que 'los ciudadanos puedan ver las propuestas de los principales candidatos'.

El PSC contaba con que la Junta Electoral tuviera en cuenta los precedentes habidos en las elecciones generales, que han vivido caras a caras entre Felipe González y José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy.

Más allá de la actividad burocrática que había en la calle Nicaragua, donde se ubica la sede del PSC, los socialistas llevaron ayer su actividad mitinera hasta Tortosa, la capital de Baix Ebre. Se trata del municipio más lejano al que llegará la caravana socialista, que centra sus esfuerzos en el cinturón rojo barcelonés. Pero su desembarco en el Ebro fue a medias y recayó ayer sobre Montserrat Tura, número dos de la candidatura socialista.

Fue un acto basado en el miedo. Los socialistas resucitaron ayer el fantasma del trasvase del Ebro que impulsó el PP a principios del 2000 con el apoyo de CiU para advertir de que en estas elecciones, el sur de Catalunya se juega mucho. Tura recordó que fue gracias al cambio de gobierno que se frenó el polémico proyecto, que puso en pie de guerra a los pueblos del Ebro. Algunos alcaldes de CiU llegaron a dimitir y a plantar a su partido. La número dos del PSC también criticó que durante los 23 años del gobierno de Jordi Pujol, 'CiU vio como se deterioraba el río sin hacer nada'.

El alcalde de Tortosa, Joan Sabaté, fue el primero en hablar en el mitin. 'Si nos despistamos volverán a salir con el trasvase del Ebro', dijo mientras el público aplaudía. El primer secretario del PSC en las Terres de l'Ebre, Xavier Sabaté, recordó todas las manifestaciones que se hicieron contra el trasvase, que llegaron a tomar las calles de Barcelona y también de Bruselas 'en un día que llovió mucho', dijo.

Para defender la teoría de que CiU pactará con el PP y resucitará el trasvase, Sabaté recordó que en la Diputación de Tarragona gobiernan los convergentes con el apoyo de los populares. Sabaté también criticó que no basta con ser 'catalanista' y aseguró que su formación defiende 'el catalanismo social'.