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Las mafias empujan a los inmigrantes a pilotar los cayucos

Las redes de tráfico ilegal no siempre destinan a un patrón magrebí para manejar las embarcaciones

RAFAEL PEÑA (EFE)

Las mafias que se dedican al tráfico de inmigrantes indocumentados por la zona del Estrecho de Gibraltar han cambiado los métodos para buscar un menor riesgo para sus integrantes y uno mayor para los inmigrantes, que tomen lecciones para tripular las embarcaciones. Fuentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han explicado que el testimonio de inmigrantes rescatados en distintas zodiac, balsas neumáticas o otro tipo de embarcaciones en aguas del Estrecho permite advertir un cambio en la forma de actuación de estas redes ilegales.

Hasta hace unas fechas, las embarcaciones eran tripuladas por un miembro de la red —generalmente un marroquí— que se encargaba de llevar a los inmigrantes hacia las costas de Andalucía y posteriormente regresaba a Marruecos. La situación ha cambiado, ya que las mafias ya no destinan a un patrón magrebí, con artes en el manejo de las embarcaciones, para trasladarlos ilegalmente hacia la península sino que han optado porque sea un inmigrante el que haga de patrón.

Por ello, uno de los subsaharianos se ve obligado a ejercer de piloto de la embarcación, para lo cual aprenden unos principios básicos antes de hacerse a la mar en aguas del Estrecho de Gibraltar. La Guardia Civil ha señalado que las redes les animan a llevar a cabo la travesía en condiciones meteorológicas adversas -generalmente con temporales de levante- asegurándoles que con esta situación atmosférica existe un menor control en la mar por unidades del instituto armado.

Los inmigrantes pagan un promedio de 2.000 euros por persona para realizar el pase ilegal, que generalmente se hace en embarcaciones de poca consistencia que, al menor oleaje, pueden sufrir un hundimiento. En la jornada de ayer, la Guardia Civil rescató con vida a quince subsaharianos y advirtió que se cumplía el nuevo modelo de patrón, ya que un subsahariano pilotaba la embarcación. Un golpe de mar hizo que se perdiera uno de los motores de la lancha y los tripulantes quedaran a la deriva.

Seis de los inmigrantes procedían de Gambia, tres de la República de Guinea, dos de Níger y uno de Nigeria, Burkina Faso y Guinea Bissau, además de un menor natural de Guinea, los cuales habían abonado 2.000 euros para este pase ilegal.

En el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) hay acogidos actualmente 366 inmigrantes de diferentes nacionalidades, para una capacidad total del recinto de 512 personas, según los datos facilitados a Efe por la Delegación del Gobierno. Este nivel de ocupación es uno de los más bajos de los últimos años teniendo en cuenta que en el año 2009 la cifra media se situó en torno a las 400 personas y que en anteriores año había sobrepasado los 450 inmigrantes. El 75% de los inmigrantes que están en la ciudad proceden de países del África Subsahariana, principalmente de Sudán, Nigeria y Mali.

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