Para este viaje no hacían falta estos testigos. Le pesan, le pesan a Federico Jiménez Losantos. Quiso que declarasen a su favor no sólo sus colegas amigos –Pedro J. Ramírez, de El Mundo, y José Alejandro Vara, ex director de La Razón–, sino también sus políticos del PP de cabecera. Los duros: Esperanza Aguirre, Ignacio González; Ángel Acebes, Eduardo Zaplana y el eurodiputado Luis Herrero. Sólo éste le sirvió. El resto le dejaron tirado en la causa por injurias interpuesta por el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.

Ayer el locutor de la Cope embistió contra los que creía leales. Dolido, decepcionado. Desde las 6 de la mañana, en su homilía de La mañana, zumbó a los políticos del PP que “traicionan”, a los que “parecen contentos con el engaño” del regidor. “Va a resultar que Gallardón no dijo lo que dijo [que había que “obviar” el 11-M] y que los del PP no lo oyeron. Ayer [por el miércoles], en una variante de la garrapata amnésica, algunos perdieron por completo la memoria. Afortunadamente, quedan grabaciones. ¿Estaré yo loco? ¿Lo habré imaginado? No, no, no. Allá ellos con su conciencia”, avisó.

Losantos se arremangó para abofetear desde las ondas a su enemigo Gallardón. “Lo hemos visto traicionar a Aznar, siempre con [Jesús de] Polanco [fundador de Prisa], atacar a la Cope... y porque no ha podido sentar en el banquillo a toda la cadena. En él no hay ni inteligencia, ni cultura, ni talento, ni patriotismo ni nada. Sólo palabrería y ventajismo”. Lo peor para el periodista es que el PP ha comprado en bloque la postura del alcalde, incluso sus “presuntos enemigos políticos”. “España parece ya madura para la dictadura gallardonita”, sentenció.

Podrá pensarse que en Losantos hay ánimo, un poco al menos, de contrición. Pues no. “Volvería a hacer lo mismo. Lo haría mejor, de forma más maliciosa, menos franca, menos noblota, no con este estilo baturro, que es un poco arriesgado”. Su único motor, promete, es defender a las víctimas del terrorismo y la libertad de expresión. “Aquí lo que está en cuestión es que cualquier político con pasta y poder puede sentar a cualquier periodista que lo critique. Por desgracia, no hay muchos como yo”.

A ese argumento vino a ayudar, ya en la tertulia, Pedro J. El director criticó el “regocijo” de algunos medios al ver a Losantos en el banquillo, porque a “lo de los políticos” no le otorga “demasiada importancia. “Los pobres están tan acostumbrados a utilizar el lenguaje de madera...”. Usó a Hemingway: “Por quien doblan las campanas es por estos periodistas gandules o mediocres”. Ramírez se mostró indignado con la querella de Gallardón, que “evoca su pasado autoritario” y que puede dar pie a un “derecho penal de autor”.

Las reacciones gotearon todo el día. El alcalde eludió las preguntas. La portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, pidió “respetar” lo que digan los jueces y alabó el “ejercicio de coherencia” de su partido. El juez Baltasar Garzón y el portavoz del PSOE, José Antonio Alonso, coincidieron en aplaudir la petición de amparo de Gallardón. Aguirre aseguró que nunca iría a juicio contra un periodista sin antes agotar los medios para evitarlo.