Lleida será la primera ciudad de España en prohibir el uso del burka y el niqab (velos integrales islámicos), aunque la restricción se ceñirá a las instalaciones municipales. La moción que aprobará mañana el pleno municipal 'limita el acceso y uso del velo integral y otras vestimentas que cubran totalmente la cara e impidan la identificación y la comunicación visual en edificios, dependencias y equipamientos municipales'.

El informe que el equipo de Gobierno local (PSC) había solicitado a sus servicios jurídicos para saber si podía prohibir el burka en las calles, concluye que el ayuntamiento 'no tiene atribuidas expresamente competencias para prohibir, con carácter general o indiscriminado, que en la vía pública cualquier persona utilice el velo integral u otro elemento que imposibilite su identificación (pasamontañas, cascos integrales, máscaras...) en tanto que forman parte del ejercicio de la libertad individual'.

Sólo se podría vetar su uso en las calles si quedara acreditada una alteración de la convivencia ciudadana, 'y eso no es así', afirma el alcalde Àngel Ros. No obstante, los consistorios, según el informe, tienen competencias para condicionar el acceso, la permanencia o el uso de las dependencias municipales culturales, cívicas o deportivas a quienes obstaculicen la visión de su rostro.

'No se podrá hacer uso de equipamientos municipales, que son espacios de convivencia y diálogo social, con una vestimenta que sea contradictora a un principio claro de igualdad', dice Ros.

La corporación local instará al Estado y a la Generalitat a establecer 'un marco común de prohibición o regulación en la vía pública', según el texto de la moción consensuada entre los principales partidos municipales.

'Somos pioneros', señala Ros, 'en dar un mensaje claro de que Lleida está a favor de la igualdad de género, sabiendo que los procesos de integración pasan por el respeto a las religiones e identidades culturales'. Para garantizar la dignidad de las mujeres, se realizan acciones de sensibilización en colaboración con los líderes de la Asamblea Municipal de las Religiones de Lleida.

'Aplaudo esta prohibición para cualquier prenda que tape la cara en centros públicos y sociales', comenta el presidente de la asociación Atlas, Omar Charah. Este colectivo dice que en la provincia de Lleida menos de 20 mujeres usan este tipo de prendas.