Jaume Roura y Enric Stern, condenados por el juez Central de lo Penal, José María Vázquez Honrubia, a pagar una multa de 2.700 euros por quemar fotos de los reyes durante la visita que éstos realizaron a Girona el pasado mes de septiembre, volverán a ser juzgados por otro magistrado.

El Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional por unanimidad, aunque con un voto particular concurrente, entiende que 'es una garantía del derecho de defensa permitir al acusado que se exprese en su lengua materna'.

Durante el juicio, ambos jóvenes quisieron declarar en catalán y la Audiencia Nacional no disponía en ese momento de intérprete, por lo que el juez Vázquez Honrubia les recomendó que contestaran a las preguntas con un sí o un no. Tampoco accedió a utilizar a la joven de entre el público que se identificó como traductora. Según la sentencia hecha pública ayer, la ley permite, 'en las actuaciones orales, habilitar como intérprete a cualquier persona que conozca la lengua' en cuestión.

Extensión de todo el Estado

Uno de los argumentos del juez fue que la Audiencia Nacional está ubicada en Madrid, donde sólo es oficial el castellano. La sentencia del Pleno explica que la Audiencia 'es un órgano especializado por razón de la materia con competencia en todo el territorio del Estado, que opera como extensión del juez natural del lugar de ejecución del hecho'.

Añade que la asistencia de intérprete es 'expresión del derecho a un proceso justo', porque 'una de las garantías del derecho a la defensa es la posibilidad de hacerse oír'.