Que el expresident balear Jaume Matas pretenda declarar como testigo y no como imputado por los convenios con el Instituto Nóos y otros contratos otorgados a Iñaki Urdangarin y su entorno resulta 'absurdo'. Así, como un auténtico vapuleo, lo plantea el juez instructor de la causa, José Castro, en un auto por el que desestima el enésimo recurso de Matas. El último intento de Matas para arrebatar a Castro la investigación del caso y derivarla a Madrid acaba de ser tumbado por la Audiencia Nacional, un tribunal que el expresident balear presupone más favorable a sus intereses.

Desde el 9 de enero, Matas está citado a declarar para el 17 de mayo como imputado en esta nueva pieza surgida del caso Palma Arena. Y, según el juez, carece de sentido 'pretender que a Don Jaume Matas Palop se le cite para recibirle declaración en calidad de testigo sobre hechos de los que supuestamente podría derivarse una responsabilidad criminal'. Sobre todo, y así lo recuerda el juez, porque entre los imputados ya figuran 'personas que ocupaban cargos significativos y subordinados del entonces presidente del Govern'.

Diferentes declaraciones tanto de testigos como de imputados señalan a Matas como el artífice de la estrategia que condujo al Govern balear a otorgar al Instituto Nóos convenios por 2,3 millones para la organización de dos cumbres turístico-deportivas en 2005 y 2006, las llamadas Illes Balears Forum. Adicionalmente, la empresa cuya titularidad compartían Iñaki Urdangarin y su socio Diego Torres, Nóos Consultoría Estratégica SL, logró del Ejecutivo balear 294.000 euros mediante la adjudicación directa de contratos para el patrocinio de un equipo ciclista.

Pepote Ballester, director general de Deportes durante el último mandato de Matas (2003-2007), medallista olímpico y antiguo amigo de la pareja formada por Urdangarin y su esposa, ha señalado a Matas como el ideólogo de los contratos para Nóos.

Y el propio Matas así lo admitió cuando, en diciembre, espetó a los periodistas que si el yerno del rey le ofrecía su colaboración para un proyecto, el Govern no podíadecirle que se presentase a un concurso. En la práctica, eso significa un reconocimiento palmario de que el antiguo líder conservador dio trato de favor al Instituto Nóos, una asociación sin ánimo de lucro que captó 5,8 millones públicos en País Valencià y Balears. Una cifra idéntica a esa acabó en manos de empresas controladas por Urdangarin y Diego Torres, es decir, por los máximos directivos del Instituto Nóos.