Carles Puigdemont cometió una “felonía con los suyos, por su huida, y con España, por supuestamente conspirar contra ella desde dentro de su estructura estatal”, y su salida al exilio supuso una “conducta desprovista del arrojo, la dignidad y la gallardía” que pedía “a los ciudadanos cuyo apoyo reclamaba”, sostiene el magistrado zaragozano Rafael Lasala, titular del Juzgado de Instrucción número 7 de la capital aragonesa, en el auto por el que archiva la causa abierta contra los dos autores de un video viral en el que, enfocando el cañón del tanque al que se habían subido, aludían a “setenta toneladas de puro amor y pura democracia” tras asegurar que “estamos buscando soluciones a los problemas de España y creo que los hemos encontrado”. “Coletas, el siguiente eres tú, cabrón, arriba España”, remataban.

El juez, que ya descartó hace unos meses que pudiera tratarse de un delito de odio al no formar parte Puigdemont de “un grupo social minoritario”, rechaza ahora que esas afirmaciones supongan un episodio de amenazas ya que sus expresiones no tienen “ningún valor intimidatorio ni mínima fuerza de convicción sobre la posibilidad de que los dos civiles denunciados dirigieran un tanque hasta la ciudad adonde huyó el denunciante”.

De hecho, el magistrado anota que el “sarcasmo” del vídeo es “compartido por un sinfín de personas” y que las afirmaciones, aunque pronunciadas “como si fuera un extravagante comando”, recuerdan “la esencia del artículo 8 de la Constitución Española”. “Se reía del huidizo político y también de sí mismo al interpretar el caricaturesco personaje que improvisaba”, añade.

“Un referéndum como los del anterior régimen”

El auto, con trazos de caricatura (“relato satírico en el que se deforman las facciones y el aspecto”), traza un “relato resumido de los acontecimientos que desencadenaron la gran crisis institucional y cívica durante la cual se dicen las frase”, entre mediados de septiembre del año pasado, con los preparativos del referéndum, y mediados de diciembre, cuando los autores del vídeo fueron denunciados por Puigdemont ante la Fiscalía. También Podemos llevó a los tribunales los hechos, en este caso por la alusión a Iglesias.

El magistrado señala que en aquellas fechas quedó “convertido el Parlament catalán en una mercería”, situación que “llama a la hilaridad”, mientras que en el referéndum del 1-0, “con normas cambiantes y plagado de irregularidades”, el independentismo obtuvo “un resultado favorable aplastante, propio de cualquier referéndum sin garantías como los que se celebraban en el anterior régimen político” en España.

“Tras un proceso iniciado con constantes alusiones a la épica, a la gesta, a la dignidad, a la unión de todos los independentistas frente a un supuesto adversario construido con continuas y serias distorsiones históricas, culturales y sociales, el promotor del impulso final del mismo se convirtió en prófugo dejando con su acción a sus más directos colaboradores en las puertas de la cárcel”, sostiene el juez, ya que los miembros de su Govern que no salieron del país acudieron a declarar como investigados por rebelión “con la evidencia de que el riesgo de fuga que podía apreciar el juez a efectos de una posible medida cautelar personal era, más que tal peligro, una realidad”.

La “valerosa política catalana” Arrimadas

“Proclamó la república catalana para, acto seguido, decidir que la suspendía”, narra el auto, que señala que con el exilio de Puigdemont quedó “pinchado parcialmente el globo de la hazaña heroica”.

La resolución, que alude al “giro nefasto que puede tener la contumacia independentista”, recoge cómo “relevantes personalidades” se refieren a “planteamientos nazis”, “agenda supremacista” y “falta de respeto a la pluralidad ideológica” para referirse al ‘procés’.

Puigdemont e Iglesias no son los únicos políticos que aparecen en el auto. Incluye una alusión a la líder catalana de C’s , Inés Arrimadas, a la que se refiere como “valerosa política catalana” por su comparación del President exiliado con “el cobrador del lazo”.