Ibarretxe, en un momento de la entrevista. HUMBERTO BILBAO

Juan José Ibarretxe se ha convertido en el principal valor del PNV en estas elecciones. Después de tres legislaturas como lehendakari, parece no haber sufrido el desgaste del cargo y se presenta a estos comicios como el líder político más valorado, según todas las encuestas. Él ve esta cita como el día en que la ciudadanía vasca debe elegir entre mantener el centro de decisión en Euskadi o permitir que el PSE y el PP se lo lleven a Madrid.

¿Está tranquilo o preocupado?

Ya tengo unas cuantas batallas electorales. La encuesta es el 1 de marzo, y espero con tranquilidad.

Pero, ¿no teme que el mensaje de PSE y PP sobre la necesidad de un cambio por salud democrática, después de 30 años de PNV, cale entre los ciudadanos?

El cambio en sí mismo está bien, pero debe ser a mejor. PP y PSE trasladan el cambio del cangrejo, hacia atrás. Porque procuran más dependencia, en la medida en que nuestras cosas no se decidan aquí sino en Madrid, como hemos visto en Catalunya y Navarra. En economía, por ejemplo, el PSOE no traslada confianza, sino miedo por su gestión en España. En Euskadi, tenemos un 8% de paro, pero España llega al 14%. Luego vienen Zapatero y López diciendo que habría que gestionar... Si fuera al revés, ¡qué dirían! Esa es la clave.

Patxi López y Antonio Basagoiti le acusan de esconder la consulta y ponerse el disfraz del buen gestor.

No escondemos absolutamente nada. Todo el mundo sabe que la prohibición del Gobierno español para que la sociedad vasca se pronunciara está en otra mesa, en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. Aparte de eso, cada día estoy trasladando que autogobernarse, que decidir aquí, no sólo sirve para impulsar la identidad como pueblo en el mundo, sino también para mejorar económicamente, para que aquí las viudas y pensionistas, a diferencia de en España, puedan cobrar 700 euros, el Salario Mínimo Interprofesional.

En la campaña, no ha hecho ni una crítica a EA, EB y Aralar. ¿No son adversarios?

Lo que ocurre es que lo que está en juego el día 1 es algo muy sencillo: si las cosas de aquí las seguimos decidiendo en Euskadi, o si pasan a decidirse en Madrid, como ha pasado en Navarra y Catalunya.

Tras el rechazo del Estatuto Político y la Ley de Consulta en Madrid, plantean en su programa un nuevo pacto al Estado sobre los mismos principios. ¿Por qué?

Pues, porque tenemos más confianza en la gestión de las instituciones vascas que en las españolas. Eso no es querer mal al Gobierno español. No queremos el autogobierno para pelear con Madrid, Zapatero o el presidente de turno, sino para vivir mejor, porque pensamos realmente que hacer aquí y decidir aquí desde un punto de vista político y económico nos va a dar más bienestar.

No deja de denunciar tampoco el incumplimiento del Estatuto.

Queremos más autogobierno, pero no podemos olvidar que el Estatuto es una ley sin cumplir y que, por lo tanto, el PSOE y el PP han faltado a la palabra que dieron al pueblo vasco. Hay materias importantes como el Empleo, la Formación Profesional o la Seguridad Social que no están transferidas. Si tuviéramos la Seguridad Social, sin duda sería mejor gestionada por las instituciones vascas.

¿Y el PNV no tiene parte de culpa por entrar en el juego de negociar competencias a cambio de aprobar las cuentas del Estado?

Si el Estatuto es una Ley, se tiene que cumplir. El PNV ha hecho el esfuerzo de tener que arrancar literalmente competencias en las negociaciones presupuestarias. Sería terrible que, además, le achacáramos eso al PNV. Con Zapatero sólo ha habido una transferencia, arrancada con sangre, sudor y lágrimas, a través de tener que darle los votos a su presupuesto. Y me pregunto por qué hay que darle los votos para tener lo que nos pertenece según el Estatuto. Es terrible.

EA ve en el programa del PNV una vuelta a la vía autonomista.

A EA le tengo mucho respeto. Estamos con un compromiso mutuo en la defensa del derecho a decidir. Prefiero fijarme más en lo que nos une que en las cosas que salen en campaña. EA decidió no ir en coalición, pero no tengo ningún reproche. Al revés, para su gente tengo cariño y agradecimiento por el apoyo recibido.

¿Si le dan las cuentas, reeditará el tripartito, incluso con Aralar?

Ya veremos. Aquí la clave primero es respetar los resultados.

¿Y cómo ha acabado el tripartito, con salud o muy desgastado?

El ambiente es magnífico. Hemos tenido nuestras cosas, pero en general hemos hecho un buen trabajo, también en el Parlamento. Esta legislatura es la que ha tenido un mayor número de leyes aprobadas, además, por un mayor número de partidos. ¡Quién lo diría! Hemos sacado más de 40 leyes con la aprobación de cuatro o más partidos, lo cual es un ejemplo si nos fijamos en el Congreso, con cacerías o sin ellas. La política vasca es una balsa de aceite comparada con el Congreso de los Diputados.

En la dirección de su partido hay quien se inclina por un gobierno en minoría. ¿Lo comparte?

Ahora, repito, lo importante es escuchar a la ciudadanía. A partir del día 2, hablaremos de gobiernos.

Patxi López lleva meses diciendo que no será vicelehendakari con usted. ¿Y usted lo sería con él?

A mí no me da ningún apuro hablar con López, ni con el PP, ni con la izquierda abertzale. Hay que seguir hablando con todos, pese a que me hayan sentado en el banquillo.

Pero, ¿sería vicelehendari con Patxi López?

Vamos a ver, quienes me ven fuera de Ajuria Enea son el PP y el PSOE, pero no es la primera vez.

¿Patxi López tendrá capacidad de decisión, como asegura?

Los socialistas navarros y catalanes dijeron los mismo que Patxi López, y al final hicieron lo que mandaron Zapatero y el PSOE de Madrid.

Si el PSE se hace con el Gobierno vasco, sin ser el más votado, ¿el PNV retirará su apoyo a Zapatero y romperá relaciones?

Habrá que ver los resultados y, en función de eso, ya hablaremos. Lo que ya dice López es que no hace falta ganar para ser lehendakari. Pues me imagino que será con los votos del PP, como lo intentó hace cuatro años. No querrá los votos del PNV.

¿Zapatero cambiaría el apoyo del PNV en Madrid por Ajuria Enea?

No lo sé. Es un tema al que no le he dado ninguna vuelta.

Patxi López hizo duras críticas contra usted tras el atentado de ETA por sus 'ambigüedades insoportables'. ¿Qué pensó?

Yo le respeto mucho, pero en un momento en que el propio PNV está siendo especialmente atacado por ese mundo violento, no sé si es lo más justo. López sabe perfectamente que nuestro compromiso en contra de la violencia de ETA, de la kale borroka, y en favor de los derechos humanos de todas las personas es absolutamente cerrado.

¿El Parlamento será menos democrático por la exclusión del mundo de Batasuna?

El PP y el PSE saben que no accederían a la mayoría absoluta con todos los partidos en las urnas. Y tratan de vender la ilegalización ética, ¿qué pasa, que el PSE se comportó de manera no ética hace cuatro años? ¿O cómo se comportó en las elecciones locales, con Batasuna (ANV) ilegal en Donostia y Gasteiz, o legal en Hernani y Mondragón. ¿Qué es eso, una ilegalización semiética? El PP y el PSOE han tomado siempre estas decisiones con cálculo electoral.

¿ETA y la izquierda abertzale que no la rechaza, con su discurso de cuanto peor mejor, desea que el PNV pierda el Gobierno vasco?

No sé qué quiere ETA. Lo que sí sé es lo que quiere la sociedad vasca: 'ETA kanpora'. Fuera de nuestras vidas para siempre. Porque quien asesina a los hijos e hijas de este pueblo atenta contra el pueblo.