Fumata negra. Los 20 vocales del Consejo General del Poder Judicial, como si fuesen cardenales del Vaticano tratando de elegir Papa, intentaron hoy durante más de siete horas consensuar un nombre para presidir la institución y el Tribunal Supremo, pero fracasaron. Se han citado de nuevo para el miércoles a las 12 horas para seguir discutiendo, no en la Capilla Sixtina, sino en la Sala de Plenos del Consejo.

 El Pleno extraordinario votó más de una decena de veces a seis candidatos distintos, ninguno de los cuales logró los 12 votos necesarios para ser elegido presidente y cerrar así la etapa de interinidad abierta tras la dimisión de Carlos Dívar, que renunció el pasado 21 de junio por sus escapadas de fin de semana con cargo a las arcas de la institución.

Las votaciones fueron un fracaso pese al empeño confesado de muchos vocales por elegir rápido un presidente para dar imagen de unidad y fortaleza tras la crisis provocada por Dívar, y con el ministro de Justicia afilando la navaja con su anuncio de un severo recorte de competencias en la institución.

La sesión empezó a las 11.30 horas de este martes. De una lista inicial de 17 o 18 magistrados y ex magistrados del Tribunal Supremo, se seleccionaron para votar las candidaturas que reunían mayores apoyos: la del conservador José Ramón Ferrándiz, expresidente de la Asociación Profesional de la Magistratura y magistrado de la Sala Civil; la de Carlos Granados, de la asociación moderada Francisco de Vitoria y magistrado de lo Penal; y la de Gonzalo Moliner, de la progresista Jueces para la Democracia y que preside la Sala de lo Social del Supremo, desde donde por cierto ha cuestionado la reforma laboral del Gobierno.

Ninguno consiguió los 12 votos requeridos, aunque Ferrándiz consiguió en alguna de las votaciones hasta 10 votos, según fuentes del Consejo. Le apoyaron vocales de la APM y de JpD, deseosos de alcanzar un consenso y contrarios a los planes de Ruiz-Gallardón.

 El segundo con más apoyos fue el magistrado de la Sala Penal del Supremo y fiscal general del Estado en la última etapa de Gobierno de Felipe González, Carlos Granados, quien, según fuentes del Consejo, ha logrado un máximo de 5 votos. Su respaldo inicial era el de vocales propuestos a iniciativa del PSOE como la portavoz Gabriela Bravo o Almudena Lastra. Moliner fue propuesto por el vocal progresista José Manuel Gómez Benítez, denunciante de Dívar.

Tras un descanso a mediodía, el Pleno volvió a reunirse a las 16.15 horas y continuó con las votaciones, incluyendo nuevos candidatos que tampoco lograron mayoría suficiente. Pasadas las ocho de la tarde, levantaron la sesión y decidieron continuar el Pleno mañana, miércoles, a las 12 horas. Ni el vicepresidente ni la portavoz salieron por la tarde a dar explicaciones a la prensa de la marcha de la reunión. Vocales de todas las tendencias coinciden en que si llegan a un acuerdo será un fracaso de la institución por la imagen de 20 vocales incapaces de consensuar un presidente entre una amplia lista de magistrados de alta cualificación.

 Tras la reunión de esta tarde, uno de los vocales. con visión optimista y políticamente correcta de lo ocurrido, destacó que estaban inmersos en un proceso de selección con candidatos muy cualificados, en el que habían elegido a cinco o seis nombres, y que mañana esperan culminar el nombramiento.