Los dirigentes socialistas cierran filas en torno a Jesús Eguiguren, presidente del Partido Socialista de Euskadi (PSE), zarandeado por la derecha por declarar como testigo de la defensa en el juicio que se sigue en la Audiencia Nacional contra Arnaldo Otegi, Joseba Permach y Joseba Álvarez, dirigentes de la ilegalizada Batasuna acusados de un delito de enaltecimiento del terrorismo.

Si ayer, miércoles, por la noche fue el lehendakari vasco, Patxi López el que defendió con vehemencia, y un tanto indignado, a Eguiguren por el linchamiento mediático al que está siendo sometido, este jueves por la mañana ha sido Marcelino Iglesias, secretario de Organización del PSOE, el que se ha quejado del trato dispensado al dirigente del PSE.

Iglesias ha criticado que se coloque a Jesús Eguiguren 'como si estuviera en el otro lado', porque es una persona que 'claramente' ha estado siempre 'defendiendo la libertad, defendiendo a sus compañeros y defendiendo la democracia'.

En una entrevista en RNE, Iglesias ha apuntado que Eguiguren está 'pasando un momento difícil porque están fijándose en él y colocándole los focos' aunque él es 'un defensor de la libertad, de la tolerancia, de los derechos y del Estado de Derecho'. 'Desde ahí hay que juzgarle, no se puede dudar de esa cuestión, yo nunca he tenido dudas de qué frontera está defendiendo Eguiguren', ha remachado.

Sobre su comparecencia como testigo en el juicio contra el dirigente de la ilegalizada Batasuna Arnaldo Otegi, ha insistido en la tesis de que, al haber sido citado por un juez, Eguiguren está obligado a ir y, además, a 'decir la verdad', ya que 'el acusado no tiene esa obligación pero el testigo sí'.

Eso sí, Iglesias ha recordado que él no es 'tan optimista' como Eguiguren sobre el final de ETA , porque el dirigente vasco 'considera que esto va más rápido' mientras él es partidario de no 'pensar en el tiempo'. Además, ha abogado por mantener como 'herramienta esencial' la unidad de los demócratas 'para luchar contra ellos' y 'evitar que los grupos que están alrededor de ETA vuelvan a las instituciones'.

También se ha mostrado partidario de que sobre el final de ETA se hable 'poco', porque 'los terroristas quieren que se hable de ellos', de manera que colocándolos en primera plana informativa, los demócratas terminan por 'hacerles un poco el juego'.