'Si yo creyera que ella es una solución para este momento de la vida del partido, no me habría presentado, pero honestamente no lo creo'. Con esta frase, pronunciada en una entrevista en Telecinco, Alfredo Pérez Rubalcaba caldeó ayer su batalla con Carme Chacón por la Secretaría General del PSOE. Lo que hasta entonces había sido una carrera salpicada de alabanzas mutuas entró ayer en el terreno de los reproches. En esta línea, Rubalcaba afeó a Chacón que le pidiera que renunciara a competir por el liderazgo: 'Podía decir: qué bien lo has hecho. Mira a ver si consigues hacer lo mismo en el PSOE'.

Por la tarde, en un acto en Valencia, no citó en ningún momento a su rival, pero sí incidió en las propuestas que lo diferencian de ella. Frente a la procedencia de Chacón del PSC, Rubalcaba se presentó como el garante de la cohesión territorial del partido: 'Tenemos que recuperar una voz que vertebre España'.

Frente al giro a la izquierda que propugna la exministra, el aspirante avisó a su auditorio de la necesidad que tiene el partido de 'conectar con las mayorías'. Para eso, el PSOE debe ir 'más allá' de 'representar a los excluidos'. El partido, dijo, debe hacer que sus 'valores' conecten con el interés de la mayoría de los ciudadanos. Para ilustrar esta idea, citó a Felipe González: 'Nos dijo que tenemos que pasar de ser un partido de izquierda que reclamaba en la oposición a ser un partido de gobierno'.

Rubalcaba recordó la importancia de 'abrir el partido'. Pero, tras su discurso y llegado el turno de preguntas, pidió a los periodistas que se marcharan del acto. Además, el candidato usó una puerta lateral para entrar al auditorio. Así evitó las preguntas de la prensa.