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Homenaje fascista a los muertos por Hitler

Un centenar de franquistas canta el Cara al sol para honrar a los fallecidos de la División Azul. La Policía no impidió el acto

DIEGO BARCALA

La Ley de la Memoria Histórica volvió ayer a ser pisoteada de forma impune por un grupo de familiares de caídos y fanáticos de la División Azul, que acudieron al cementerio de la Almudena, en Madrid, a homenajear a los militares que lucharon junto a las tropas de Adolf Hitler. Tras una ceremonia religiosa llegó el momento de entonar el Yo tenía un camarada y después el Cara al Sol, saludo nazi incluido, junto al monumento y panteón a los caídos, erigido en 1991.

El acto fue anunciado en una esquela del periódico ABC por la Fundación Hermandad División Azul, con motivo del 67 aniversario de la batalla de Krasny Bor, en la Segunda Guerra Mundial, donde murieron miles de españoles enviados por Franco en 1941. Entre los asistentes al homenaje estaban cinco de los soldados que sobrevivieron al asedio de Leningrado.

El artículo 15 de la ley de la memoria ilegaliza estos actos de exaltación

Los ex combatientes depositaron una corona de flores junto al monumento funerario que une un crucifijo de hierro y una bandera de España franquista. Junto a ellos, un grupo de viudas, otro de falangistas y un puñado de jóvenes con simbología neonazi rezaron por su recuerdo.

Tras las oraciones religiosas se produjo la exaltación ilegal del franquismo al entonar el Cara al Sol y acompañarlo del saludo nazi. El artículo 15 de la ley de la memoria, que habla de los 'símbolos y monumentos públicos', obliga a las Administraciones públicas a 'tomar medidas oportunas' para la 'retirada' de 'menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura'.

Hasta cinco furgonetas antidisturbios estaban aparcadas en la puerta principal del cementerio municipal antes de que se homenajeara a las tropas enviadas para 'liberar a Europa de la Rusia opresora', como dicen los convocantes.

La única misión encomendada a los antidisturbios fue evitar que los franquistas se enfrentaran con los habitantes de la casa okupa vecina al camposanto. Los anticapitalistas colgaron una enorme pancarta con el lema: 'No más homenajes a asesinos fascistas en este cementerio'. La jornada se celebró sin altercados y tras el clásico '¡España, una, grande y libre!', se disolvió la concentración.

El PSOE repatrió en 1994 el primer cuerpo de los caídos en la URSS

El homenaje a los caídos en la División Azul es una celebración anual que incluye una misa en la Iglesia de los Jerónimos, en Madrid. Esta parroquia celebró el pasado 20 de noviembre la misa de recuerdo a Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera. Los asistentes al cementerio lucieron todo tipo de vestimentas franquistas: camisas azules, hebillas con el yugo y las flechas e insignias con el escudo de la División Azul. Aun así, alguno se quejó de no lucir su atuendo más a menudo: 'Estos bandidos nos lo quieren prohibir todo, qué vergüenza'.

Uno de los miembros de la fundación de familiares leyó una cita bíblica de San Pablo en recuerdo de los veteranos soldados ausentes. Entre los asistentes había niños pequeños y jóvenes que cantaron cada verso del Cara al sol como si todavía fuera entonado por obligación en el colegio.

Los asistentes resaltaron el valor de los 'voluntarios' que acudieron en ayuda del eje Berlín-Roma. Lo que no mencionaron fue el gran número de hijos de republicanos que acudieron a la Segunda Guerra Mundial para poder 'limpiar' el nombre de sus familias mutiladas. Es el caso del fallecido actor Luis Ciges, hijo del fusilado gobernador civil republicano de Ávila, que estuvo en el frente de Polonia. Allí conoció al director de cine Luis García Berlanga, también hijo de un destacado republicano.

La hermandad de la División Azul fue fundada en 1954 con el objetivo de repatriar los cuerpos de los muertos en el frente, que fueron enterrados en la URSS. Con la desintegración soviética, el PSOE se interesó por estas víctimas y puso en marcha un plan de localización de enterramientos y exhumación de cuerpos, que se completó en 1994, con la repatriación en un avión del Ejército del primer caído.

Este colectivo se jacta en su web de haber contado con el apoyo de la Casa Real para las negociaciones diplomáticas.El ministro de Defensa, Federico Trillo, entregó en 2002 subvenciones para recuperar la memoria de estos caídos.

La Federación de Asociaciones de Vecinos de Madrid envió el 1 de febrero una carta a la Delegación de Gobierno para que impida un acto similar, por el mismo motivo, convocado por agrupaciones neonazis para el próximo sábado.

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