La reacción de los dirigentes de los principales partidos políticos de Andalucía a los resultados de la última encuesta sobre intención de voto en la comunidad no se hicieron esperar. El presidente andaluz, José Antonio Griñán, consideró que los resultados difundidos están determinados por el hecho de que en este momento 'hay un voto dormido porque no hay pulsión electoral'. No obstante, resaltó la mejor valoración de los dirigentes socialistas en 'todos los sondeos'.

En este sentido, Mar Moreno, portavoz del Gobierno andaluz, señaló la importancia de que Griñán sea 'el líder que mejor calificación obtiene', frente a Javier Arenas, líder del PP andaluz, que es 'el peor valorado'. Según Moreno, esto se debe a que la ciudadanía conoce 'la finalidad política' de Arenas, que no es que Andalucía salga de la crisis, sino salir él de la oposición'.

Arenas afirmó, durante la clausura de un acto en San Fernando (Cádiz), que, conforme avanza el tiempo, Zapatero, Griñán y Chaves 'tienen menos votos y el PP más'. Para Arenas, los datos de esta encuesta dan 'una victoria de siete puntos' a los populares frente a los socialistas.

Por su parte, Chaves señaló que 'ningún gobernante serio' puede gobernar 'a golpe de encuestas', sino que debe hacerlo guiado por 'el interés general'. El presidente del PSOE cree 'perfectamente' entendibles las cifras de la encuesta conocida ayer. Se debería a que ambos gobiernos, autonómico y estatal, se han visto obligados a adoptar 'medidas duras y difíciles' que conllevarían 'un coste político'. Además, recordó, 'como muy bien sabe el PP', que él mismo había conseguido 'darle la vuelta a las encuestas en varias ocasiones'.

Por su parte, Diego Valderas, coordinador regional de Izquierda Unida, matizó que las encuestas 'obedecen a quien las paga'. Pero también aseguró que su coalición 'será determinante y decisiva' en las próximas elecciones, puesto que constituye 'la única garantía del giro necesario a la izquierda y de la defensa de los trabajadores'. Valderas explica la ventaja popular por el abandono, por parte del PSOE, 'de las políticas sociales'.