ETA terminó mal la pasada semana y empezó por el estilo la presente. A la detención de dos relevantes miembros del aparato militar en Francia, después de disparar contra un gendarme, hay que sumar la reacción el lunes de la izquierda abertzale, que tachó el hecho de 'inaceptable' al tiempo que exigía un pronunciamiento a la banda reafirmándose en los principios del Acuerdo de Gernika. 'Es verdad que hay elementos novedosos en esta última nota. Tiene cambios y no dejo de reconocerlo', dijo ayer sobre la izquierda abertzale el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Como ya hiciera tras el comunicado de ETA en enero ampliando los términos de su tregua 'Es una buena noticia, pero no es la noticia',Rubalcaba añadió ayer que lo que debe hacer la izquierda abertzale es 'decirle a ETA que lo deje definitivamente, del todo'.

El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, dijo que el paso de la izquierda abertzale merecía 'un aplauso' por lo que supone 'hacer este tipo de declaraciones en ese mundo'.

Ayer por la mañana, la antigua Batasuna emitía un nuevo comunicado asegurando que las detenciones en Guipúzcoa muestran, 'en toda su crudeza, la agenda política envenenada que Madrid quiere imponer' al proceso.

Por su parte, Sortu, pendiente del incidente de nulidad que presentó ante el Tribunal Supremo por su ilegalización, y de lo que decida el Constitucional en segunda instancia, emitió ayer un comunicado expresando su 'rechazo ine-quívoco y ético' a los disparos de ETA. Tres días después del suceso, Sortu cumple así con lo recogido en sus estatutos, en los que adelantó que rechazaría la violencia de la banda cuando se produjera.

También ayer se pronunció Aralar, por boca de su líder, Patxi Zabaleta. Este consideró una 'ruptura fáctica' de la tregua los disparos efectuados por la pareja de etarras, que hirieron a un gendarme. Además, Zabaleta dijo que se trataba de un incumplimiento, por parte de ETA del Acuerdo de Gernika, que pedía a la banda un alto el fuego 'unilateral, definitivo y garantizable'.