Una pose de cara a la galería. Así interpretan los próximos a Mariano Rajoy el revés que le ha propinado María San Gil retirándose del grupo redactor de la ponencia política del PP. Un texto que, reiteran, incluye 'de cabo a rabo' sus planteamientos de alejar a los conservadores de los pactos con los nacionalistas.

Fuentes de la dirección y dirigentes territoriales consultados por Público coinciden en el análisis sobre el comportamiento de la dirigente. Según ellos, es el hostigamiento de la derecha mediática que sufre el presidente nacional el que ha llevado a San Gil a 'apartarse' escenificando un desmarque pese a que las diferencias de fondo 'brillan por su ausencia'.

Ayer, indicaban estas fuentes, San Gil, que deberá afrontar antes de fin de año una 'difícil' convocatoria electoral en Euskadi, seguía asegurando que todo estriba en una 'cuestión de confianza'. Pero sus argumentos eran cada vez menos creíbles entre los próximos a Rajoy, que lamentaban que, en pleno 'fragor precongresual', tuviera que afrontar un nuevo 'contratiempo'.

Los mimos de la ‘Brunete'
Otros daban por buena la actitud de San Gil si le servía para que, cara a las autonómicas, medios críticos con Rajoy, como El Mundo y la Cope, 'la mimen' y no caigan en la tentación de apoyar otras opciones españolistas como la UPyD de Rosa Díez. 'Ella está a las puertas de elecciones y a Rajoy le quedan cuatro años', reflexionaba en voz alta un dirigente consultado.

Estas mismas fuentes dudan que la iniciativa de San Gil tenga carácter individual y aseguran que detrás está Jaime Mayor Oreja, su mentor político. El fracasado aspirante a lehendakari en 2001 y uno de los hombres fuertes del PP de Aznar hizo está semana una enardecida defensa de San Gil.

En Génova se lamentan y recuerdan que Rajoy fue 'generoso' con él. 'De lo primero que se preocupó después del 14-M fue de que Mayor fuera candidato en las europeas y de apoyar a Rodrigo Rato para el FMI', afirmaban. En las 'reticencias al cambio' encuentran la explicación en las 'intrigas' del ex ministro.

En todo caso, no todos los dirigentes del PP vasco cierran filas con San Gil ante Rajoy, que contaría ya en su poder con el aval de 48 de los 54 compromisarios de la organización regional para el congreso nacional de Valencia.

'Hay recelo y no entienden lo que ha hecho María porque nadie teme que se revisen asuntos como la unidad de España o la consideración al PNV', afirman. Aseguran que sólo el partido en Guipúzcoa le apoya al 100%. Vizcaya duda y Álava está con Rajoy.