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Fernández Díaz niega ahora la dimensión política de ETA

El Partido Popular vasco asegura que Rosa Díez 'no es de fiar' y acusa a la máxima responsable de UPyD de 'dar oxígeno a los radicales'

 

PEDRO ÁGUEDA

El Gobierno del Partido Popular no reconoce una motivación política en los crímenes de ETA, aún cuando su ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, dijera el miércoles en el pleno del Congreso de los Diputados que el de la banda es, a día de hoy, un problema 'con una dimensión política que no debemos obviar'. Después de que la frase del ministro fuera elevada a los titulares de la mayoría de medios de comunicación, su autor se explicó a través de Europa Press: esa dimensión política es en realidad obra de ETA, que trata de 'convertir lo que ha sido una derrota policial en una victoria política'. Se trata de 'que lo que no han conseguido asesinando durante 50 años lo vayan a conseguir ahora por dejar de asesinar', afirmó.

Fuentes de Interior ampliaron la explicación al asegurar que se trata también de un aviso para que los demócratas combatan el intento de la izquierda abertzale radical por arrogarse el logro de la paz, cuando ETA no ha tenido más remedio que dejar la violencia. El ministro había dicho la víspera: 'Tenemos que saber convertir esa derrota policial en una victoria política de los demócratas, no en una victoria política del mundo que ha jaleado durante todo este tiempo al terrorismo'. Algo muy similar al llamamiento que hacía el anterior Gobierno para que los terroristas y los que les apoyaron no impongan su relato del final de la violencia.

Al intentar explicar sus palabras del día anterior, Fernández Díaz marcó el punto de inflexión en la historia de ETA el 20 de octubre de 2011, día del comunicado de anuncio de final de la violencia. De esta forma, Interior parece apartarse de los discursos que interpretan cualquier movimiento de los militantes que siguen en la clandestinidad como una señal de que se prepara para volver a la violencia, a pesar de que el ministro ha hablado en las últimas semanas de reorganización del aparato logístico o ha vinculado la recogida del aguinaldo para los presos por parte de jóvenes radicales con la extorsión que practicaba la banda a los empresarios.

Desde el 20 de octubre, reiteró el ministro ayer, ETA 'dejó de ser un problema fundamentalmente policial, que sigue siéndolo y por eso la Guardia Civil y la Policía siguen actuando, para tener una dimensión política'. En su opinión, eso no significa reconocer 'un conflicto político'. 'Cómo voy a dar una dimensión política a ETA, por el amor de dios', exclamó.

Fernández respondía el miércoles a una moción de UPyD que pedía la ilegalización de Amaiur. Rosa Díez acusó al Gobierno de 'cobardía' por negársela y el ministro del Interior, en otro cambio sensible en la postura del PP, le respondió que practica el 'oportunismo político' por proponer algo que divide a los demócratas y sobre lo que ya se ha pronunciado el Tribunal Constitucional.

Ayer, fue el número dos del PP vasco, Iñaki Oyarzabal, quien dijo que Díez 'no es de fiar' por intentar sacar 'rédito político' del final de la violencia y de la división de los demócratas, además de por 'dar oxígeno' a los radicales.

Oyarzabal, en un gesto inédito en la derecha, recordó a Rosa Díez su pasado. 'Lo mismo estaba a favor del GAL que de las negociaciones de Argel', afirmó en los pasillos de la Cámara vasca, o era 'defensora de seguir con los nacionalistas cuando pactaron conETA en Lizarra', añadió.

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