El acto institucional más importante del Día de la Comunitat Valenciana ha comenzado con media hora de retraso por la irrupción de varios miembros de grupos de la extrema derecha española, como España 2000 o Alianza Nacional.

Decenas de militante de estos partidos han echado abajo las vallas que se paraban al público del paso de la procesión cívica y han impedido que comenzase la marcha.

Lo hacían en protesta por la presencia de una inmensa bandera independentista catalana, desplegada desde en un balcón de un edificio cercano por parte del partido de izquierda nacionalista Esquerra Republicana del País Valencià (ERPV).

La policía se ha limitado a contener a los manifestantes pero no han impedido que boqueasen el desfile. Los militantes de extrema derecha no han permitido el paso de la procesión cívica hasta que la bandera no ha sido retirada de forma voluntaria por los miembros de ERPV.

Solo entonces, 30 minutos después, ha podido dar comienzo el desfile, que consiste en pasear la bandera valenciana por el centro de la ciudad acompañada por las autoridades de la Comunidad, como el presidente Francisco Camps , la alcaldesa Rita Barberá o el Delegado del Gobierno Ricardo Peralta.

Es ya tradicional que los grupos de extrema derecha protagonicen este desfile, con insultos a las autoridades -a los del PP les han llegado a llamar 'catalanistas'- y amenazas a los medios de comunicación que no consideran afines, pero hacía muchos años que no se producía una situación violenta como la de hoy.

Miembros de España 2000 y de otros partidos de ultraderecha explicaron su actitud por la provocación que suponía el despliegue de la bandera independentista catalana en el desfile. A continuación formaron la cola del desfile con gritos contra Catalunya: 'Somos valencianos y españoles y no catalanes'.