Esquerra Republicana, independentista desde siempre. La de Francesc Macià, la de Josep Irla, la de Lluís Companys y la de Josep Tarradellas. La formación apeló ayer a su larga historia y a la emotividad de la lucha por los ideales para reivindicarse como la principal referencia del soberanismo catalán, ahora que acude a unas urnas más atomizado que nunca.

Los republicanos cerraron ayer en Girona la campaña electoral frente a un auditorio formado por 500 militantes. Aquel es su principal bastión fuera de Barcelona y allí también se la juegan. Las encuestas reducen de cuatro a dos sus diputados, resultado del fenómeno de la Solidaritat de Joan Laporta y su independentismo exprés. La cabeza de lista por Girona, Carme Capdevila, pidió esta vez directamente 'el voto útil independentista'. '¿Por qué votar a una marca blanca, si se puede votar a la original?', interpeló al público. El candidato de ERC, Joan Puigcercós, subrayó que su formación trabaja no sólo para la independencia, algo que no se logrará hasta reunir los 68 diputados necesarios para conformar una mayoría absoluta, sino también en favor de las políticas sociales y la cohesión de los ciudadanos sea cual sea su lengua y porque 'hacer política es querer a la gente'.

La otra amenaza, aún más importante, es ser relegada a cuarta fuerza por detrás del PP. Puigcercós repitió hasta la saciedad el principal mensaje de esta campaña: 'O la Catalunya de la libertad o el camino negro, oscuro y triste de Fraga y Aznar. O el PP frena a ERC o ERC frena al PP'. Puigcercós apuntó y disparó: 'Rajoy no es de fiar', dijo, porque ha renunciado a aprender su lengua, el gallego. Para Catalunya, agregó, sería una debacle que el año de las consultas por la independencia y de la manifestación del 10 de julio, el PP lograra situarse por delante del independentismo en el Parlament.

Aunque una parte del voto tradicional de ERC puede ir hacia Solidaritat y Reagrupament, la mayoría vira hacia CiU. Por eso Puigcercós se dijo satisfecho de que alguien le haya comentado por la calle que le ha convencido de no votar a los nacionalistas, sino a los republicanos, para evitar el avance del PP.

El líder de ERC colocó a los de Artur Mas en el mismo saco que el PSC. 'Son la misma cosa', dijo, porque tanto CiU como los socialistas aceptarán el recorte de las pensiones, de la misma forma que ya han aceptado el recorte del Estatut, recordando el pacto entre Mas y Zapatero, pese a que el Parlament ya había aprobado una carta que luego se rebajó. Tras la sentencia del Constitucional, el republicano dudó de que el presidente, de campaña como Mariano Rajoy en Catalunya, proteja el original.

También criticó a CiU por mantener una ambigüedad buscada, sin aclarar si pactará con el PP, y de su indefinición sobre la propuesta que le hizo para formar un frente común para pedir a Madrid el concierto económico y, de no lograrlo, el referéndum de autodeterminación. ERC cerró la campaña asegurando que está satisfecho por haber puesto la independencia en el centro del debate.