El PSOE quiere corregir las cinco enmiendas que la oposición logró introducir en el texto del proyecto de ley de la reforma laboral a su paso por el Senado. En concreto, los socialistas quieren recuperar la prevención legal que obliga a tener en cuenta el nivel de absentismo global de la empresa a la hora de despedir a un empleado por faltar a su puesto de trabajo.

El Congreso modificó las condiciones que justifican el despido por motivos de absentismo laboral, que la ley mantiene en un límite del 20% de las jornadas hábiles durante dos meses consecutivos, o el 25% a lo largo de cuatro meses discontinuos durante un año, aunque rebajó el umbral con el que se calcula en relación con la media de la plantilla, que los socialistas aceptaron rebajar del 5% al 2,5%. Este último porcentaje fue suprimido en el trámite del Senado, lo que, en la práctica, facilitaba el despido por absentismo.

'Se tiene que mantener el acuerdo del 2,5%', remarcó el portavoz de Trabajo del Grupo Socialista en la Cámara Baja, Jesús Membrado, quien sostuvo que esta enmienda está ligada al refuerzo del papel de los inspectores de la Seguridad Social en los procesos de incapacidad temporal, de manera que podrán emitir un alta médica de forma más rápida que la de los médicos de las mutuas. La reforma se aprobará definitivamente este jueves en el pleno del Congreso.

Los socialistas continúan, mientras tanto, intentando hacerse con el apoyo del PNV para la aprobación de los Presupuestos de 2011. Ayer, el lehendakari, Patxi López, aseguró que hay 'margen' para la negociación de las cuentas y destacó que él no será 'un convidado de piedra', sino un 'protagonista' en la negociación, una idea que también trasladó ayer el consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, a los miembros de la ejecutiva federal del PSOE.

El portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, indicó que 'sería bueno' que las cosas 'estuvieran totalmente claras' en las negociaciones que está manteniendo con el Gobierno antes de que este presente su proyecto.