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Un desalojo, otra okupación

Los activistas del Patio Maravillas toman otro inmueble de Madrid horas después de ser desalojados por la Polic&iacute

DIEGO BARCALA

El coro, el taller de arte urbano, las clases de yoga y la asesoría legal para inmigrantes han cambiado la calle del Acuerdo por la del Pez de Madrid. El Patio Maravillas, un antiguo colegio de monjas convertido desde hace dos años y medio en un centro social y cultural, fue desalojado ayer por la Policía, a las 9.00 horas. Se cumplía así una orden judicial de hace un año.

Doce horas después, los manifestantes concentrados contra el desalojo tomaron 'pacíficamente' otro edificio abandonado, situado a pocas calles de la sede inicial, para seguir con su labor. Los activistas ya habían advertido de que aún quedaba 'mucho partido'.

Los gestores del Patio Maravillas aseguran que el único que sale ganando con el desmantelamiento del centro de la calle Acuerdo es el dueño del edificio, el arquitecto y constructor Leopoldo Arnaiz, imputado en varios casos de corrupción urbanística en la comunidad de Madrid.

El propietario tenía abandonado el edificio desde hace una década, a la espera de que una orden municipal recalificara su uso. El plan urbanístico actual califica el espacio como 'dotacional de uso privado'.

El desalojo se produjo a las nueve de la mañana. Un dispositivo de la policía formado por una veintena de furgones antidisturbios rodeó diez manzanas impidiendo el paso a todas las personas que no fueran vecinos. En el momento del desalojo, tan sólo había tres miembros del colectivo en el edificio. 'Habíamos pasado la noche dentro 15 personas, pero han aprovechado que nos hemos tenido que ir a trabajar. Aunque piensan que somos vagos y maleantes, tenemos trabajo', señaló el portavoz del colectivo, Antonio García.

El sistema de alertas por sms de la organización congregó en pocas horas a cientos de colaboradores del patio y a los vecinos que, de manera pacífica, protestaron por el desalojo: 'El patio vive, la lucha sigue, sigue', gritaron. 'El proyecto seguirá, no sabemos si podrá ser en un edificio del Ayuntamiento o en otro lugar', anunció otro de los portavoces del centro, Leopoldo Camacho, antes de la nueva ocupación.

El Ayuntamiento de Madrid manifestó tener 'abiertas' las conversaciones con el colectivo Patio Maravillas, según informó un portavoz del área municipal de Vivienda a Europa Press. Sin embargo, los portavoces del patio denunciaron que 'no existe voluntad política' para mantener abiertas las actividades en un barrio necesitado de actividades culturales.

La Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid condenó el desalojo. 'Los más de 33.000 vecinas y vecinos del barrio de Universidad sólo contábamos con el centro cultural Clara del Rey, el más pequeño de la ciudad', lamentó en un comunicado. Las ONG colaboradoras del patio, los vecinos del barrio y las entidades exigieron ayer al alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, quela 'expropiación' del inmueble abandonado.

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