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El derecho a decidir seduce a medias al cinturón rojo

El Ayuntamiento de Molins de Rei rompe la tónica de los pueblos vecinos, gobernados por el PSC

LÍDIA PENELO

Con más de 70 años y acompañada por su hijo y su nieto, Milagros Mediavilla se acercó ayer al Ayuntamiento de Molins de Rei (Baix Llobregat) antes de la una. 'Me gustaría que Catalunya fuera lo más independiente posible', dijo después de participar en la consulta popular sobre la independencia. Con un censo con derecho a voto de más de 20.000 personas, Molins es la población más grande de Catalunya, tras El Vendrell (Tarragona), que se sumó al referéndum. Además, era el primer pueblo del cinturón rojo de Barcelona que participaba en una convocatoria que secundarán otros municipios de la zona el 25 de abril. Votó el 21% del padrón: un registro discreto pero notable para ser el Baix Llobregat.

Otra singularidad es que el mapa político de Molins rompe la tónica de los pueblos vecinos, gobernados por el PSC. El alcalde, de ICV-EUIA, lo es gracias a ERC y CIU.

Para facilitar la participación, se habilitaron siete sedes electorales tuteladas por 250 voluntarios. La plataforma Molins decideix es su paraguas. La ciclogénesis prevista por los partes meteorológicos hizo pellas en Catalunya, donde la música, los tenderetes con barretinas y la venta ambulante de dulces amenizaron una jornada dominada por el sol.

Ignasi Termes, de 30 años, no dudó en involucrarse con la iniciativa: 'La gente de Arenys de Munt me despertó mucha envidia sana. Ellos demostraron que el derecho a la autodeterminación es posible. Venimos de un tiempo de desencanto con la política y ellos se atrevieron a practicar el principio básico de la democracia, el de consultar a la gente'.

Dos factores empujaron a la mayoría de los que acudieron a las urnas: la necesidad de expresar sus ideales y el deseo de que el impulso ciudadano no se pierda más allá del resultado obtenido. Que el poso generado por la consulta perdure es lo que más desea Pilar Raventós que, con 80 años cumplidos en septiembre y cinco hijos, es la jueza de paz de Molins de Rei y una de las tres patas de la Junta Evaluadora de la consulta.

'Para mí, ya hemos ganado, ha habido tanta implicación que ya compensa. Espero que salgan líderes que dirijan un nuevo proyecto político. Catalunya se merece no depender de Madrid y lo digo habiendo vivido una guerra y una posguerra', afirmó sin ocultar el entusiasmo que le producía poder elegir una papeleta que pregunta: '¿Está de acuerdo con que la nación catalana sea un Estado de derecho, independiente, democrático y social?'

Algunos de los políticos implicados con la iniciativa visitaron Molins. Uno de ellos fue el eurodiputado de CiU Ramon Tremosa. 'Los catalanes se sienten más cerca de Dinamarca que de Murcia', dijo a un reportero de Intereconomía que cubría el acto. Inspirado, Tremosa aprovechó para recordar unas palabras de Cela: 'En cuestión de separatismos, siempre han sido más los separadores que los separatistas'.

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