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Denunció a los fondos buitre que hicieron negocio con Ana Botella y ahora la echan de su casa

El Ayuntamiento de Madrid ha asegurado que tomarán todas las medidas oportunas para evitar que Arancha Mejías, presidenta de la asociación que denunció a estos fondos, sea echada de su casa.

Ana Botella, exalcaldesa de Madrid y encargada de la venta de viviendas sociales a los fondos buitre/EFE

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MADRID.- Arancha Mejías, que denunció a los fondos buitre en la comisión de investigación sobre las viviendas que vendió Ana Botella, ya no tiene casa

Fidere, la sociedad de inversión inmobiliaria que forma parte del gigante Blackstone, le ha enviado un burofax en el que le comunica "la voluntad de no prorrogar el citado contrato de arrendamiento" y le informa de que tiene 30 días para abandonar la casa en la que lleva 10 años viviendo.

Arancha, de 27 años, vivía en esa vivienda con sus padres y su hermana y este mismo año Fidere iba a poner a su disposición la opción de compra de la casa: "cuando firmamos con el PP nos dijeron que dentro de diez años podríamos tener nuestra casa para siempre, y dentro de diez años estamos en la calle", ha lamentado la también presidenta de la asociación que denunció a los fondos.

"Está claro que es una venganza" ha comenzado Arancha. "Nosotros hemos cumplido religiosamente en estos diez años con el pago del alquiler y no somos unos vecinos conflictivos, todo lo contrario" ha dicho y ha recordado que la empresa Fidere sólo puede echar de sus casas a los inquilinos por tres razones: si no pagan el alquiler, si son conflictivos o si son delincuentes. "Yo nunca he tenido ni una multa de aparcamiento, ¿por qué no nos dejan renovar el contrato o nos permiten adquirir la casa?".

Fidere tiene gran cantidad de viviendas como la de Arancha vacías, esperando a ser alquiladas en el barrio de Carabanchel, donde ella reside. "¿Por qué nos echan entonces?", se ha preguntado.

La sociedad argumenta que el contrato con los inquilinos ha concluído. "No nos cabe en la cabeza que Fidere vaya a poner de nuevo en alquiler esa vivienda social pero sin darles la oportunidad a sus actuales inquilinos", han asegurado desde el Ayuntamiento de Madrid. Marta Higueras, concejala de Derechos Sociales, se ha puesto en contacto con la empresa y le han trasmitido que "no van a revisar su caso".  

"Nosotros vamos a mostrarle nuestro apoyo siempre, la asesoraremos jurídicamente e intentaremos por todos los medios que les permitan quedarse en su casa, sobre todo por el arraigo de estar viviendo allí diez años", ha informado la concejala y se ha comprometido a encontrar una vivienda para Arancha y su familia antes del plazo de 30 días.

Tanto Ahora Madrid como el PSOE, quienes trabajan juntos en el caso, han asegurado que tomarán todas las medidas legales para parar este proceso y han recordado las palabras de Ana Botella cuando vendió estas viviendas: "no pasa nada por vender a estas empresas, lo único que cambia es el nombre del arrendador", sin embargo, según la concejala de Ahora Madrid, "ahora vemos que esas declaraciones eran mentira".

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