El abogado de José Manuel Villarejo ha solicitado a la Audiencia Nacional que se suspendan las sesiones previstas para julio del caso Tándem por un problema de salud del comisario jubilado, aunque no es la primera vez que alega enfermedades para evitar declarar o acudir al juicio.

La defensa del ahora comisario jubilado José Manuel Villarejo ha solicitado al tribunal de Tándem que suspenda las sesiones previstas para julio y las aplace a septiembre, cuando estaba previsto que concluyera el primer juicio que se celebra por las investigaciones ilegales que habría hecho para clientes privados con su grupo empresarial, CENYT.

La razón para solicitar este retraso en las comparecencias se debe, según el abogado de Villarejo, a que el comisario habría sufrido un accidente cerebrovascular que le ha provocado la parálisis de un ojo.

Según el escrito presentado por su defensa, al que ha tenido acceso Europa Press, Villarejo, de 71 años de edad, presentó los primeros síntomas el 24 de junio pero se fueron agravando y está pendiente de ser evaluado por un neurólogo, para lo que ha sido citado para el 6 de julio.

En el documento se describe que el comisario "presenta visión doble, párpado del ojo derecho caído, fuertes dolores de cabeza que se irradian a la cuenca del ojo derecho, fotofobia que le impide estar en zonas iluminadas y aturdimiento generalizado".

La defensa alega que, "al haber enfermado de forma repentina", no puede estar presencialmente "en unas condiciones de salud adecuadas" en las sesiones del juicio previstas para julio, por lo que solicita que se suspendan y trasladen a las ya fijadas para septiembre.

Asimismo, pide que se le someta a un reconocimiento médico previo los días 1 y 2 de septiembre "para determinar si en esa fecha se encuentra ya en unas condiciones médico-legales mínimas que le permitan participar en su propio enjuiciamiento".

Villarejo se enfrenta a 83 años de cárcel por los trabajos que habría hecho en 'Iron', 'Land' y 'Pintor' por encargo de particulares, empresarios y despachos de abogados.

No es la primera vez que Villarejo alega problemas de salud para no declarar

En enero de 2018, a los pocos meses de haber sido detenido, el comisario Villarejo envió un escrito a los juzgados de Plaza Castilla para solicitar declarar por videoconferencia debido a problemas médicos que supuestamente le impedían desplazarse desde la cárcel. Los certificados médicos que entonces permitieron que Villarejo declarara de forma telemática estaban firmados, tal y como desveló Público, por un empleado de la clínica que tenía en Estepona, Juan Francisco Martínez-Canca. La sociedad gestora era CENYT Salud, investigada por presunto blanqueo de capitales dentro del entramado empresarial de Villarejo.

Casi un año después de este incidente, en diciembre de 2018, Villarejo no acudió a declarar al juzgado alegando problemas de salud.

En octubre de 2019, nuevamente, el abogado de Villarejo remitió un escrito al juzgado en el que reclamaba que se suspendiese la vista por el estado de salud de su cliente. De hecho, el letrado aseguraba que el comisario jubilado sufría un "notorio deterioro" por sus problemas de tensión arterial alta de los últimos meses y afirmaba que en aquel entonces se encontraba dado de baja en su celda por decisión de los servicios médicos penitenciarios.

Pero hay más. En marzo de 2020, en pleno pico de la pandemia de coronavirus, la defensa de Villarejo presentó una batería de informes médicos a la Audiencia Nacional en los que recogían supuestos problemas de salud de su cliente en aras a apuntar que su vida corría riesgo si se le mantenía en prisión.