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CiU y PNV se citan horas antes del primer test de los Presupuestos

Mas y Urkullu comparten mesa y mantel para hablar del techo de gasto

M. Á. M.

Dos de los partidos que han servido de puntal al PSOE para sostener la gobernabilidad en los momentos críticos de la legislatura, CiU y el PNV, celebraron anoche una cumbre en Madrid en vísperas de una semana política decisiva en la que el Congreso debatirá la aprobación del techo de gasto para 2011. Esta votación es el primer test para medir las posibilidades de éxito de los próximos Presupuestos, que llegarán a la Cámara antes de que finalice septiembre con el anunciado rechazo del Grupo Catalán reiterado ayer por su portavoz, Josep Antoni Duran i Lleida y el PNV convertido en depositario de todas las esperanzas del Ejecutivo.

Ambas formaciones adujeron simples razones de agenda para justificar este encuentro, que reunió en una cena al líder de CiU, Artur Mas, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, y al propio Duran. La cita estaba proyectada con anterioridad, según subrayaron a Efe los dos partidos, aunque su celebración en vísperas de una votación clave, le confirió una relevancia nada anecdótica.

La posibilidad de emprender estrategias conjuntas ya fue una fórmula ensayada y luego aguada en la Declaración de Barcelona, suscrita en 1998 entre CiU, PNV y BNG contra la política antiautonomista del gobierno Aznar.

CiU y el PNV mantienen una sintonía engrasada que hace que eleven su relación a la categoría de fraternal. Los dos han salvado al Gobierno en momentos decisivos. CiU lo rescató del abismo facilitando en mayo con su abstención en la convalidación del tijeretazo. El PNV, por su parte, prestó al Ejecutivo el decisivo respaldo de sus seis votos en el Congreso para sacar adelante los Presupuestos de 2010.

Ahora, obligado a negociar hasta el último minuto de cada partido parlamentario, el PSOE busca en su abstención el mal menor que le permita sacar adelante el límite de gasto. CiU y PNV no darán a conocer sus intenciones hasta inmediatamente antes de la votación que se celebrará esta tarde en el Congreso, según anunciaron ayer.

El encuentro entre Mas y Urkullu alimentó así esta incertidumbre, ya que sus formaciones sólo admiten que tendrán en cuenta las recomendaciones de la UE en favor de la reducción del gasto público, premisa que se traslada germen de los próximos Presupuestos, que se recortarán un 7,7% respecto a 2010.

El PSOE espera. Todavía 'no hay nada', resumió de forma telegráfica el número dos del Grupo Socialista al referirse a última hora de ayer a los apoyos con los que espera salvar la votación.

CiU y PNV advirtieron en cualquier caso de que favorecer la aprobación del techo de gasto no prejuzga su posición en la hora definitiva de votar las cuentas públicas antes de que concluya el año.

El PSOE extremó ayer toda su delicadeza parlamentaria hacia el PNV manifestando su voluntad de llegar a acuerdos con el Grupo Vasco al presentar 11 enmiendas a otras tantas propuestas de resolución presentadas por el PNV tras el debate sobre el estado de la nación, que se debatirán esta tarde.

El PNV presentó el viernes, antes de que concluyera el plazo de resoluciones, 15 propuestas, algunas de ellas de marcado carácter soberanista, en las que reclama, entre otras aspiraciones, el reconocimiento de la 'realidad nacional de Euskadi' y seis transferencias de competencias pendientes. En lugar de optar por un voto en contra generalizado, el PSOE escenificó ayer 'una gran aproximación', según subrayó su número dos en el Congreso, Eduardo Madina, que desligó este esfuerzo de la decisiva votación sobre el techo de gasto presupuestario que también se celebra esta tarde. Este gesto 'demuestra la voluntad del PSOE de alcanzar acuerdos para España y la sociedad vasca', según Madina.  

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