'Está bien orientada y es necesaria', sentenció el portavoz parlamentario de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, sobre la reforma laboral. Las movilizaciones convocadas en su contra 'servirán de poco, no aportarán mucho y quizás puedan empeorar la situación en lugar de mejorarla', aseguró el dirigente nacionalista dejando clara su complicidad.

'Hay personas que tienen derecho a convocar protestas y otras que tenemos el deber y la responsabilidad de hacer las reformas necesarias', recalcó, señalando como 'evidente' que 'el Gobierno no dará marcha atrás'.

Desde la izquierda parlamentaria, el diputado de ICV Joan Coscubiela acusó a Rajoy de utilizar a los parados 'como escudo humano' para justificar la reforma: 'Se trata de que los desempleados vean en los trabajadores con derechos su enemigo y en Rajoy su salvador y de neutralizar a los trabajadores con empleo a través del sentimiento de culpabilidad que les transfiere el PP por tener derechos, mientras los parados no tienen ni tan siquiera empleo', explicó.

Generará 'conflictividad' y enfrentará a empresarios y trabajadores', criticó la secretaria general de ERC, Marta Rovira. La formación republicana se ofreció a los agentes sociales para 'recuperar el diálogo que debe presidir toda reforma laboral'.

La diputada y portavoz nacional de UPyD, Rosa Díez, calificó de 'mala' y 'manifiestamente mejorable' la reforma laboral, aunque contuvo sus críticas, precisando que su grupo fijará su posición sobre esta iniciativa una vez que llegue al Congreso, donde tratará de mejorarla 'por la vía de las enmiendas'.