El Código Penal es una de las normas clave de nuestro ordenamiento jurídico y, como tal, el Gobierno pretende alcanzar el máximo consenso para su reforma. En el Ejecutivo subrayan que esta era una 'propuesta abierta al diálogo' de la que esperan que 'el PP no se autoexcluya'. El próximo jueves, el PSOE tendrá que lograr siete votos como mínimo que, junto a los de sus 169 diputados, le permitan alcanzar la mayoría absoluta requerida para ganar la votación en el Congreso y poner punto final a la tramitación del texto, iniciada en noviembre de 2009.

En aquellas fechas, PSOE y PP votaron en la misma dirección y parecían compartir las líneas generales de la reforma. Durante los meses de negociación, sin embargo, los conservadores han ido distanciándose, principalmente, por la negativa de los socialistas a incorporar la cadena perpetua en la ley. A cambio, el PSOE ha ido sumando apoyos como el de CiU. La pasada semana, en la Comisión de Justicia, ambos grupos acordaron varias medidas para castigar la multirreincidencia delictiva, en algunos casos con prisión durante los fines de semana y festivos. Una medida que no ha gustado ni en el fondo ni en la forma al resto de formaciones.

Tachado de 'conservador' por los grupos progresistas, el texto del nuevo Código Penal tiene espacios de acuerdo, según admiten algunas formaciones de izquierda. El diputado de ICV Joan Herrera reconoce que no están 'cómodos' con esta reforma, que incide menos de lo que les gustaría en la reinserción, pero no tanto como para oponerse a ella. Entre otras razones, Herrera esgrime que se han incorporado buena parte de sus enmiendas en materia de delitos medioambientales y de corrupción.

El portavoz de ERC, Joan Ridao, es muy crítico con la penalización de cárcel a los delincuentes reincidentes. Sin embargo, vislumbra elementos positivos relacionados con las enmiendas negociadas por su formación. Ridao destaca 'el incremento de los delitos contra el territorio, de la Administración Pública y los cometidos por cargos públicos y que suponen atacar al delincuente de cuello blanco'. El diputado republicano se abstuvo en la última votación.

Desde las filas de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares confirma que se han incorporado algunas medidas propuestas por su formación y se ha matizado la posición del Gobierno en otros aspectos; sin embargo, cree que no 'se dan las condiciones para que IU preste su apoyo' a la reforma. Considera que el Ejecutivo 'está intentando salir de este Código Penal a trancas y barrancas, a la vista de que los planteamientos de Federico Trillo [portavoz del PP en temas judiciales] se le hacen muy duros, negociando con el mundo más conservador'.

El portavoz socialista en la Comisión de Justicia, Julio Villarrubia, que ha estado al frente de las negociaciones desde el principio, asegura que son muchas las enmiendas transaccionadas y que han contado con el apoyo de una amplia mayoría de los grupos parlamentarios.