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Los bomberos irán a la huelga para forzar a Ruiz Gallardón a negociar

El cuerpo madrileño exige la mejora de sus instalaciones y condiciones laborales

HENRIQUE MARIÑO

Los bomberos madrileños irán a la huelga. Es el enésimo gesto del cuerpo municipal para forzar a su alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, a sentarse en una mesa para negociar la mejora de sus medios, instalaciones y condiciones de trabajo.

Durante los últimos meses, se han convertido en su sombra, llevando su protesta allá donde se desplazase el edil conservador; puntualmente se plantan en la plaza de la Villa, la histórica sede del Ayuntamiento, para tratar de reventar las sesiones del concejo; y hasta llegaron a organizar una cabalgata festiva para criticar las 'faraónicas' obras promovidas por Gallardón.

Rechazada la propuesta de realizar este año horas extras, por si todo ello no fuese suficiente, los bomberos convocaron hoy una asamblea para votar la posibilidad de realizar un paro, que tendrá lugar una vez cumplidos los trámites pertinentes.

'Ha ganado el sí por abrumadora mayoría', explica Ócar Pascual, responsable de CCOO en los bomberos madrileños, quien avanza que su intención es 'presionar al Ayuntamiento para que se siente a negociar'. Las condiciones, características, servicios mínimos y fechas de la huelga están por determinar. Antes tendrán que agilizar el papeleo necesario, solicitar el permiso a la Dirección General del Trabajo y comunicárselo a las autoridades municipales.

'Entonces convocaremos una rueda de prensa para explicar los motivos que nos han llevado a convocarla', apunta Pascual, quien subraya que lo importante es la decisión tomada por sus colegas. De los más de mil bomberos con los que cuenta el parque capitalino, 729 pasaron por las urnas: 565 votaron a favor, 134 en contra y 30 en blanco.

Comienza con esta medida de fuerza la cuenta atrás para las elecciones municipales, que previsiblemente se celebrarán el 22 de mayo. Los bomberos habían prometido que en 2011 extremarían las acciones para lograr su objetivo. La primera prueba de que no cejarán en su empeño es esta huelga, aunque las protestas podrían recrudecerse si, llegado el arranque de la campaña electoral, su conflicto sigue estancado y no tiene visos de arreglo.

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