En la mesa se sentaba Arturo Moreno, quien dimitió por su implicación en el caso Naseiro. Cuando José María Aznar organizó la celebración de los 20 años de su llegada a la cima del partido, no se imaginaba que su foto se iba a ver ensombrecida por el caso Gürtel y por la salida del ex tesorero, Luis Bárcenas. Pero el ex presidente del Gobierno no defraudó a sus invitados al proclamar ante todos que el PP tenía que 'demostrar a los españoles que era y debe seguir siendo incompatible con la corrupción'.

'Debemos estar siempre en alerta, no restar nunca valor a la honradez y no tolerar nunca ni minimizar la corrupción', dijo en su discurso durante la comida. Entre los presentes estaban Alberto Ruiz-Gallardón, Federico Trillo o Jaime Mayor Oreja. La ausencia más destacada fue la del presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, quien tenía otros compromisos.

Aznar volvió a la carga: 'Los españoles no entenderían que el PP dejase de ser incompatible con la corrupción. Los socialistas pretenden que deje de serlo. Quieren que seamos todos iguales y no podemos tolerarlo'. E insistió por tercera vez recordando el espíritu del Congreso de Sevilla: 'El PP que surgió de entonces fue implacable contra la corrupción y creo que nuestros militantes nos exigen que así siga siendo'.

Resultó chocante el comentario, teniendo en cuenta que en el almuerzo estaba presente Arturo Moreno. Este, vicesecretario de organización del PP en aquella época, se vio obligado a dimitir por sus implicaciones en el caso Naseiro, el escándalo de corrupción que afectó al PP pocos meses después de que Aznar se hiciera con las riendas del partido. Por supuesto, Rosendo Naseiro, el tesorero de entonces, no estaba ayer invitado al acto.

Aznar siempre ha presumido de saber tomar decisiones drásticas. Él apartó al equipo de Naseiro y entre los nuevos llegó Luis Bárcenas como gerente. También con los años aparecería Francisco Correa, el cerebro de la trama Gürtel, para hacerse con el monopolio de los actos del partido.

Hoy 20 años después, el PP atraviesa una situación igual de crítica. Ayer en la mesa también se sentaban Francisco Álvarez Cascos, quien cada día suena más fuerte como candidato para el PP en Asturias, y el presidente fundador, Manuel Fraga. Ambos han visto, en estos días, sus nombres en las páginas del sumario.