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Aguirre revalida su cargo como máximo adalid del neoliberalismo

La presidenta de la Comunidad de Madrid es reelegida como líder del PP regional con un 97,2% de apoyo. Quiere dar la 'batalla ideológica' contra la izquierda y que su partido defienda la derecha 'sin complejos'

PÚBLICO.ES / EFE

Un apoyo abrumador, como ella quería. Más alto aún que en su anterior cónclave regional, de 2008, como ella quería. Y así ha sido. Esta noche, Esperanza Aguirre ha sido reelegida por tercera vez como presidenta del PP de Madrid por un 97,19% de los 1.958 votos emitidos del 15º Congreso Regional. Nueve décimas más arriba que su resultado de hace cuatro años: 96,34%. En 2004, en su primer asalto al poder de los conservadores madrileños, recabó el 91,99% de los sufragios.

La candidatura de Aguirre ha obtenido hoy 1.903 papeletas a favor, 30 en blancos y 25 nulos. Al congreso estaban acreditados 2.492 compromisarios, así que si se hacen las cuentas sobre este número total, el porcentaje de apoyo baja al 76,36%. Sobre votos emitidos, el 97,2% de respaldo a la presidenta es un registro ligerísimamente inferior al 97,56% que recabó Mariano Rajoy en el pasado 17º Congreso Nacional, celebrado en febrero en Sevilla.

Antes de la votación, Aguirre había oficializado su discurso como candidata a la presidencia del PP regional. Lo hizo como la Marianne quintaesencia del neoliberalismo, para dar la 'batalla ideológica' contra la izquierda y en favor de las ideas liberales.

En el 15º Congreso del PP de Madrid, ella era la única candidata a la presidencia. Afirmó que los próximos años no van a ser fáciles, dada la situación económica, y porque 'hay que luchar mucho para sacar adelante las reformas necesarias'. 'Me presento para que el PP sea un partido sin complejos, para que el PP no se resigne nunca', dijo. Una fórmula que recordaba demasiado a su célebre 'No me resigno', cuando jugueteaba con la posibilidad de disputarle el liderazgo a Rajoy. Se presentó, en fin, 'para dar la batalla ideológica contra la presunta superioridad moral de la izquierda'. Enfatizó que está dispuesta a entregarse al trabajo político 'con más ganas y fuerzas de lo que he hecho hasta ahora' y con la percepción de que la situación actual no sólo es 'apasionante', sino también 'trascendental'.

Explicó que en sus 30 años de militancia en el PP, optar a la presidencia de los populares madrileños es la única decisión completamente personal que ha tomado, porque estaba convencida de que desde este puesto podía colaborar al final del 'sectarismo' del PSOE cuando gobernaban en España y demostrar que se podía hacer 'infinitamente mejor' de lo que lo hacían los socialistas. Aguirre fue relatando cómo desde su primera elección de presidenta del PP madrileño en 2004 –y en clara confrontación con su eterno rival, Alberto Ruiz-Gallardón y su escudero, Manuel Cobo– el partido ha ido cosechando cada vez más apoyos en las urnas, y que siempre ha ganado en la Comunidad por mayoría absoluta, hasta conseguir el gobierno en 174 de los 179 municipios madrileños.

Aseguró  que lo mismo sucedió en las elecciones generales del año pasado, cuando la candidatura conservadora encabezada por Rajoy obtuvo 840.000 votos más que la liderada por el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, a quien llamó 'don me opongo', como poco antes había hecho en su intervención el presidente extremeño, José Antonio Monago. De Rubalcaba dijo también que 'siendo madrileño, se debería sentir avergonzado de la derrota tan importante que cosechó entre sus paisanos'. Lo cierto es que Rubalcaba es cántabro de nacimiento, aunque el 20-N se presentara como cabeza de lista del PSOE por Madrid. 

La presidenta condena al PSOE por su actitud 'hostil' hacia Rajoy

Aguirre criticó la 'actitud hostil' del PSOE hacia  Rajoy y ha pedido a sus compañeros del PP que 'arrimen el hombro' porque, remarcó, va a hacer falta para sacar adelante 'las reformas imprescindibles que España necesita para salir de la crisis'.

La intervención de Aguirre, al igual que las del resto de los políticos que han intervenido durante todo el día ante el plenario, fue precedida de una canción, que en su caso ha sido la brasileña Ai se eu te pego, de Michel Teló, que hizo famosa el futbolista del Real Madrid Cristiano Ronaldo.

La presidenta dedicó sus primeras palabras a saludar al ministro de Justicia, Gallardón, y a continuación a los invitados más relevantes que asistieron a esta segunda jornada del 15º Congreso, entre los cuales también se encontraba la ministra de Sanidad, Ana Mato. Mañana domingo, Rajoy clausurará el cónclave.

El apoyo recibido hoy por Esperanza Aguirre es poco más aplastante que el que ya tuvo en 2008, en el 14º Congreso. La diferencia no radica en el 97,2% de esta noche frente al 96,3% de hace cuatro años. Estriba en el distinto ambiente interno. Entonces, la presidenta había acariciado la posibilidad de rivalizar con Rajoy por la presidencia nacional del PP, justo en un momento en el que el líder había sufrido su segunda derrota frente a José Luis Rodríguez Zapatero. El cónclave anterior, celebrado los días 19 y 20 de septiembre de 2008, puso en escena un intento de reconciliación entre ambos, pero las luchas continuarían: la pelea por Caja Madrid, el caso de los espías, la Gürtel... Y en aquel momento las relaciones con Gallardón tampoco eran las mejores. 

En 2012, Rajoy está en el Gobierno y su respaldo no se discute. Y Gallardón ha dado el salto al Ejecutivo central, al Ministerio de Justicia. En el Ayuntamiento de Madrid se sienta la mujer de José María Aznar, Ana Botella, con quien Aguirre mantiene una relación cordial. La presidenta ha querido imprimir esos nuevos tiempos en la composición del Comité Ejecutivo Regional. Al núcleo de poder del PP regional se incorpora la alcaldesa de la capital como miembro nato, pero también otros cargos de estirpe gallardonista, como Pedro Calvo o Miguel Ángel Villanueva. En 2004, cuando las hostilidades Aguirre-Gallardón estaban a flor de piel, la presidenta llamó a tres ediles del alcalde (Paz González, Calvo y Villanueva) para ofrecerles entrar en la cúpula y los tres lo rechazaron

La lista del Comité Ejecutivo tampoco guardaba grandes sorpresas. Como número dos, el todopoderoso Ignacio González, a quien la presidenta volvió a defender por su trayectoria 'intachable', pese a las investigaciones policiales por el patrimonio del vicepresidente de la Comunidad. González ya llegó al puesto de mano derecha de Aguirre en el partido el pasado noviembre, tras el cese fulminante de Francisco Granados. Como vicesecretarios, se mantienen Gádor Ongil y Javier Fernández-Lasquetty y entra en el mismo escalón Bartolomé González, alcalde de Alcalá de Henares. Como responsable de Comunicación también seguirá Lucía Figar y como presidenta del Comité de Derechos y Garantías, Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno en Madrid. Entre los vocales, destaca Manuel Pizarro, expresidente de Endesa, fichaje estrella de Rajoy en 2008 y exiliado de la política desde 2010

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