Hace años, cuando los accidentes de tráfico eran, por desgracia, la principal fuente de donantes cadavéricos para trasplantes de órganos sólidos, los profesionales sanitarios sabían que en los puentes o las grandes operaciones salida iban a tener más trabajo. Hoy, cuando sólo poco más del 5% de los donantes provienen de accidentes en la carretera y la mayoría de los órganos proceden de personas que sufren un accidente cerebrovascular, es casi imposible predecir si un día va a haber más o menos trasplantes. Por ello, cuando el pasado 23 de noviembre, como tantos otros días, la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) recibió la primera llamada de la existencia de un donante, nadie podía prever que se iba a llevar a cabo en las siguientes 72 horas un auténtico maratón trasplantador, que a partir de 39 donantes sólo dos de ellos procedentes de accidente de tráfico permitió consumar un total de 94 trasplantes.

Estas cifras suponen el récord de actividad de la ONT desde su creación en 1989 y dan una idea de la complejidad de un proceso que, hoy por hoy, sólo puede abordarse con solvencia desde la base de una sanidad pública fuerte, según reconocen en la propia ONT. El propio director de la ONT, Rafael Matesanz, dejó claro ayer que el logro demuestra la 'solidez' del conjunto del Sistema Nacional de Salud (SNS) pese a las tensiones que está soportando debido a la crisis.

Las intervenciones se concentraron en los días 23, 24 y 25 de noviembre

No en vano este récord, sin precedentes en países del tamaño de España, ha sido posible gracias al trabajo coordinado de un millar de profesionales de 40 hospitales españoles de 14 comunidades autónomas distintas y dos más portugueses, que se emplearon a fondo durante los días 23, 24 y 25 de noviembre para hacer posibles esos 94 trasplantes. Esta cifra supera con creces el anterior récord registrado por la ONT, que tuvo lugar en marzo de 2009. Entonces, si bien es cierto que en un periodo de sólo 24 horas, se realizaron 32 trasplantes procedentes de 13 donantes y gracias a la participación de 23 centros hospitalarios de ocho comunidades autónomas.

En esta ocasión, las donaciones realizadas gracias a la generosidad de las 39 familias de los donantes, dos de los cuales eran extranjeros, han permitido llevar a cabo 53 trasplantes de riñón, 23 de hígado, ocho de pulmón cuatro de ellos bipulmonares y uno de doble pulmón y corazón, seis de corazón, tres de páncreas y uno de intestino. Además, según informó ayer la ONT, dos de los receptores de estos órganos estaban en lo que se llama urgencia cero; es decir, que si no hubieran recibido los órganos en un plazo de 24-48 horas muy posiblemente hubieran fallecido.

Fueron necesarios 12 vuelos en diez aeropuertos para transportar órganos

En cuanto a los hospitales, los hay de distintos tamaños y diferentes certificaciones, ya que algunos sólo pueden realizar extracciones de órganos; otros asumen la actividad implantadora y otros, los más grandes, ambas funciones. Lo que sí tienen en común la inmensa mayoría de ellos es que se trata de hospitales públicos. Los centros pertenecen a las comunidades de Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Catalunya, País Valencià, Extremadura, Galicia, La Rioja, Madrid, Murcia y País Vasco.

Las comunidades que aportan más centros a este récord son Catalunya, con nueve centros, y Madrid y País Valencià, con siete centros cada una. En el listado hay tanto hospitales de gran tamaño y de referencia a nivel estatal, como el Clínic, el Vall d'Hebron o el Germans Trias y Pujol en Catalunya; La Paz, el Clínico, el Ramón y Cajal o el Doce de Octubre de Madrid; o el Virgen del Rocío en Sevilla. También participó el Hospital General de Alicante, centro donde se acuñó el llamado modelo Alicante, que se basa en una técnica que reduce al mínimo las negativas familiares, y que es una referencia en el ámbito de los trasplantes. Pero en el logro también han participado centros de menor tamaño, como el Hospital de Jerez o el Doctor Peset de Valencia.

Pero no sólo es cuestión de hospitales: para que los órganos llegaran a tiempo a sus receptores fue necesaria la colaboración de diez aeropuertos que permitieron los 12 vuelos en los que, gracias a diversas compañías aéreas, se transportaron los órganos.

Estos logros sólo son posibles con una sanidad pública sólida, según la ONT

Algunos de los profesionales sanitarios que participaron en este récord destaron ayer a Público la importancia del logro, y explicaron que hasta que no pasa un tiempo quienes están a pie de quirófano no conocen la amplitud de la actividad a escala estatal. 'El récord es increíble, aunque en el día a día no lo ves', explica Federico Oppenheimer, responsable de Coordinación de Trasplantes y jefe de la Unidad de Trasplante Renal del Hospital Clínic de Barcelona, centro que realizó en esos días cuatro trasplantes de riñón, uno de páncreas y tres de hígado. Oppenheimer reconoce que esos días de noviembre hubo 'bastante trabajo', si bien es algo que no se puede prever: 'De pronto hay muchos donantes y te tienes que poner a trabajar al 150%; se tensiona el equipo y todo el mundo a correr'.

Su colega Manuel López Santamaría, jefe del Servicio de Cirugía Pediátrica del Hospital La Paz de Madrid, señala también que 'hoy en día no se puede saber' cuándo va a haber una punta de actividad. 'Antes era más fácil de prever por los accidentes de tráfico, pero era una pena, sobre todo cuando el casco en las motos no era obligatorio, porque llegaban muchos adolescentes', recordó. La Paz, líder en trasplantes pediátricos, participó en el récord con un trasplante hepático a un niño y no tuvo esos días una actividad superior a la normal.