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Fernando Pereira, presidente del Frente Amplio de Uruguay: "Es necesario que la izquierda siga gobernando en España"

El presidente del Frente Amplio (Uruguay) en la redacción de 'Público'
El presidente del Frente Amplio (Uruguay) en la redacción de 'Público'. Jaime Morato

El presidente del Frente Amplio de Uruguay, Fernando Pereira, reflexiona sobre los retos de la izquierda no solo en América Latina, también en España. Lo hace después de que no saliera adelante la propuesta de su partido de derogar la ley estrella del actual gobierno de coalición uruguayo liderado por el conservador Luis Lacalle. Pereira contó con el apoyo de antiguos dirigentes de su partido como Pepe Mujica, Lucía Topolansky o Danilo Astori. El líder del Frente Amplio denuncia que la norma supone un retroceso en derechos sociales y libertades de la clase trabajadora. En su visita a España ha podido reunirse con representantes de Unidas Podemos y el PSOE para intercambiar experiencias desde un lado y otro del Atlántico. Defiende que la izquierda no debe equivocarse de adversario. Por ello, pide a los partidos preguntarse: "¿Con quién nos queremos enfrentar?". Para el dirigente, el caso español es claro: "Acá los verdaderos adversarios son PP y Vox".

El pasado 27 de marzo, los ciudadanos de Uruguay votaron sobre la derogación de 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración. Desde su formación (Frente Amplio) defendían derogarla, pero finalmente la norma se mantiene tras un resultado muy ajustado, con el 49,8% de los apoyos. ¿Cómo valora el desenlace?

En términos cuantitativos hay que decir que los resultados son muy parejos, un 49,8% apostó por mantener la norma y el otro 48,8% abogó por el 'No', que era lo que nosotros defendíamos. La izquierda y las movilizaciones sociales estuvieron a un punto de ganar a pesar de tener enfrente a todo el aparato de Gobierno. Esto es una paridad absoluta; en cualquier lugar, es un empate técnico. Ahora, en términos de los derechos de las personas, los maestros van a perder incidencia, va a haber transferencias del sistema público al sistema privado. En términos de seguridad se cree solo en el puritanismo; es decir, que aquel que comete un delito pague más años de pena, cuando realmente lo que hay que pensar es cómo una sociedad genera mayor igualdad social y menos delitos. En términos de inclusión financiera, es obvio que poder manejar hasta 120.000 dólares para compras en efectivo fomenta el lavado de activos. En cuanto a los derechos de los trabajadores, se limitó la huelga tanto por la ocupación de los puestos de trabajo como por los piquetes en los lugares de trabajo, algo contrario a lo que la propia Organización Internacional del Trabajo (OIT) planteaba, sobre todo en el tema de piquetes. La gente perdió con el mantenimiento de esta norma. 

¿Cómo va a actuar su formación después de que la normativa se mantenga tras el referéndum?

"La ley hoy es muy nueva, es un león chiquito, pero cuando el león crezca te puede comer la mano"

Siempre actuaremos denunciando esta ley y todo lo que afecte a la seguridad, a la educación pública, al acceso a la tierra, a la inclusión financiera o a la transparencia fiscal del país. Lo que tiene que hacer una fuerza política que no está en el Gobierno es actuar como oposición y denunciar cada vez que un trabajador o una trabajadora pierde un derecho. Somos conscientes de que esta ley quedó ratificada por el voto popular y eso lo vamos a respetar. Pero eso no quiere decir que estemos en silencio. La ley hoy es muy nueva, es un león chiquito, pero cuando el león crezca te puede comer la mano.  

El 5 de febrero ocupó la presidencia del Frente Nacional. ¿Cómo han sido estos primeros meses? 

Llegué a pocas semanas de que se produjera el referéndum, que fue el 27 de marzo. De tal modo que en todo ese tiempo no habido ningún día de descanso, lo he dedicado al referéndum y eso supone haber dado todo para que efectivamente nuestro pueblo no perdiera derechos. Tuvimos la posibilidad de hablar con Pepe Mujica, con Lucía Topolansky o con Danilo Astori, principales líderes de la izquierda que, aun siendo muy mayores, salieron a militar por esta causa. Esto también muestra la vitalidad del Frente Amplio. 

¿Cómo ve el futuro desde su formación, especialmente de cara a las próximas elecciones de 2024?

Ahora tenemos tres desafíos: necesitamos que los jóvenes hagan una renovación generacional del Frente Amplio, lo que va a promover una renovación de ideas. También hay que trabajar desde la izquierda en implementar ideas para 2050, hay que pensar en el largo plazo, prender las luces largas y al mismo tiempo tener prendidas las luces cortas para intentar volver al Gobierno en 2024, pero no de cualquier manera. Lo que me lleva al tercer reto: hay que visitar cada pueblo, por pequeño que sea, para hablar con las fuerzas sociales, con los trabajadores organizados, con cooperativistas, organizaciones feministas, medioambientalitas; hay que hablar con productores, pequeños comerciantes... En definitiva, construir un bloque social mayor al que hoy tiene el sector conservador en Uruguay.

¿Se ha podido reunir durante su visita  con políticos españoles?

"Para tener libertad hay que tener igualdad"

Sí, me he reunido con representantes de Unidas Podemos y del PSOE, hemos estado dialogando sobre la necesidad de unir experiencias, ver aspectos positivos del Frente Amplio y del actual gobierno del PSOE y Unidas Podemos. Hemos abordado experiencias de comunicación que pueden ser muy útiles para Uruguay y de hecho vamos a tratar de hacer un intercambio que posibilite en este caso reivindicar nuestro internacionalismo histórico. Nosotros nos definimos internacionalistas mucho antes de que hubiera globalización, mucho antes de que hubiera internet. Mantener ese internacionalismo y, sobre todo, mantener viva la llama de que otro mundo es posible y necesario a través del desarrollo productivo, la justicia social y la profundización democrática. En democracias más profundas es muy difícil decirle a un pobre que tiene libertad cuando tiene que comer con un dólar al día. Para tener libertad hay que tener igualdad. 

El presidente del Frente Amplio (Uruguay), Fernando Pereira, posa en la redacción de 'Público'
El presidente del Frente Amplio (Uruguay), Fernando Pereira, posa en la redacción de 'Público'. Jaime Morato

¿Qué experiencias se lleva de cómo actúa la izquierda en España?

"La izquierda tiene que saber cómo comunicar valores fundamentales como la familia y, además, tener un proyecto revolucionario"

Antes de ser dirigente político fui dirigente sindical y presidí el Plenario Intersindical de Trabajadores - Convención Nacional de Trabajadores (PIT-CNT), una organización que tenía un fuerte contacto con CCOO y UGT. Eso ya me permite tener una idea de la política española, de lo duro que suele ser el sector conservador y, sobre todo, el ultraconservador. Es necesario que la izquierda siga gobernando en España y eso supone ajustar detalles para que las diferencias internas no terminen pulverizando la posibilidad de ir hacia un país más desarrollado y al mismo tiempo con una distribución más justa. 

Nosotros vemos como las derechas atacan a dirigentes sistemáticamente e intentan dañarlos. Hay que tener una estrategia de protección de esos dirigentes y, al mismo tiempo, que ninguna organización política dependa de un solo hombre o de una sola mujer, sino de un conjunto muy importante. La izquierda tiene que saber comunicar la defensa valores fundamentales como la familia, la distribución de la riqueza, vivir con calidad, poder disfrutar del tiempo libre, defender la cultura de cada país y, además, ser capaz de tener un proyecto revolucionario de cambio.

El concepto Frente Amplio está de moda en España por las intenciones de Yolanda Díaz  de construir un proyecto político. ¿Qué consejos daría a la hora de armar una propuesta de este tipo?

Más que consejos, algunas reflexiones. Hay que construir unidad en la diversidad y preguntarse: ¿con quién nos queremos enfrentar? ¿Cuál es la alternativa al modelo conservador? El Frente Amplio de Uruguay se conformó junto a marxistas, socialdemócratas, anarcosindicalistas y cristianos de izquierda. En los años 50 nos dijeron que era imposible y, sin embargo, se materializó en 1971. Esto pude ser posible porque había valores conjuntos que se concretaron en un programa. 

Hemos gobernado y transformado la realidad de nuestro país. Han pasado años y hemos sufrido una dictadura. Siempre hay que tener paciencia. Lo que posibilita la unión es que personas que pensamos distintos sepamos que tenemos mayores diferencias con la derecha conservadora que con nuestro compañero. Yo sé que es más fácil discutir entre nosotros, pero los verdaderos adversarios en política están en el sector conservador de la sociedad. Acá son el PP y Vox.

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