"Nuestra tarifa plana se transformará en 'tarifa cero'", aseguró la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en un desconcertante anuncio dirigido a los trabajadores autónomos durante la primera sesión del debate sobre el estado de la región, ya que esa autonomía, como el resto, no gestiona las cotizaciones sociales, y con el que, en realidad, enmascaraba un recorte de los fondos destinados al colectivo.

Díaz Ayuso se refería, en realidad, a una pequeña modificación del programa de ayudas para consolidar el empleo entre los emprendedores para adaptarlo a las nuevas condiciones de cotización y cobertura que se aplicarán a los autónomos a partir del año que viene junto con el sistema de aportaciones por tramos de ingresos, con el que la tarifa plana se queda en 80 euros mensuales (con prestaciones de una base de 1.150) siempre que los ingresos no superen el SMI (Salario Mínimo Interprofesional), situado en 14.000 euros brutos anuales, durante dos años.

La cosa se reduce a establecer una ayuda de 80 euros mensuales para compensar a los autónomos por las cuotas que ahora les va a suponer la tarifa plana que establece la Seguridad Social durante el primer año como autónomos, mientras desaparecen las subvenciones para el segundo año, que son más cuantiosas.

"Esta 'tarifa cero' de Madrid sufragará el coste completo (de las cuotas) a todos los trabajadores (por cuenta propia) durante los doce primeros meses", especificó la propia comunidad en un comunicado que incluía otro anuncio sin mucho sentido: "se amplía otros doce [meses la ayuda] a los que se acojan a la cuota reducida que ha impuesto ahora el Estado, es decir, a los autónomos con ingresos inferiores al Salario Mínimo Personal", durante el segundo año.

Pagar 960 euros a unos autónomo tras dejar de desembolsar 1.396 a otros

Hasta ahora, la comunidad venía aplicando una subvención a los autónomos acogidos a la tarifa plana que durante el segundo año les permitía reducir su gasto en tarifas a 60 euros mensuales. Sin embargo, esa ayuda desaparecerá salvo que en otro inesperado giro de guion Madrid anuncie que extiende la 'tarifa cero' al segundo año, puesto que a partir de enero entre los meses 13º y 24º la cuota mensual de los autónomos acogidos a la tarifa plana quedará reducida a 80 euros mensuales.

Es decir, que Madrid establece una ayuda de hasta 960 euros al año para los nuevos autónomos en su primer año de actividad, que desembolsará en un pago único pero solo cuando no ingresen más de 14.000 euros brutos (retenciones incluidas) por ser este un requisito para disfrutar de la tarifa plana de la Seguridad Social, mientras pasa a ahorrarse las subvenciones que permitían a los que estaban en el segundo ejercicio reducir las suyas a 60 mensuales en la práctica.

Estas últimas suponían una aportación de 1.396,38 euros anuales para cada uno de ellos al situarse la cuota de los meses decimotercero a decimoctavo de la tarifa plana en 146,97 euros y en 205,76 la del decimonoveno al vigesimocuarto.

"El Gobierno madrileño estima que esta nueva medida en apoyo a los autónomos podrá beneficiar a cerca de 30.000 de la región", una estimación que no acaba de compadecerse con los datos de las ayudas del segundo año, que tuvieron un coste de 52 millones de euros y llegaron a 47.810 trabajadores por cuenta propia entre 2016 y 2021, lo que da una media de 7.968 por año.

Por otro lado, tampoco es que las ayudas a los autónomos para que paguen sus cuotas son algo genuinamente madrileño, ya que también existen subvenciones similares en Andalucía, Asturias, Canarias, Castilla y León, La Rioja y Murcia

En Madrid salen tantos autónomos noveles como entran

"Esto son cosas propias de políticos populistas. Lo que ha hecho Díaz Ayuso es un trampolín, que consiste en tirarse a la piscina sin que haya agua. ¿Qué va a conseguir con una ayuda de 960 euros al año?", plantea Eduardo Abad, presidente de UPTA (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos), que critica la denominación elegida por la comunidad madrileña para bautizar esa iniciativa: "que haga lo que considere, pero que no la llame tarifa plana, porque eso es una competencia del Gobierno central y ella lo que pone en marcha es una subvención".

Coincide con la secretaria general de Uatae (Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores), María José Landáburu, para quien el anuncio de Ayuso "responde más a cuestiones mediáticas que a políticas de calado para las y los autónomos", ya que "es evidente que no tiene competencias para poder reducir esta tarifa plana por lo que subvencionará el importe, pero únicamente lo hará a aquellas personas que se den de alta como nuevos trabajadores por cuenta propia, por lo que el alcance de la medida será muy limitado".

Por el contrario, destacó, en esa fase inicial del emprendimiento, más que ese tipo de ayudas "lo importante es que cuentes con un buen plan de negocio, viable y suficientemente financiado".

"Nadie emprende un negocio porque te subvencionen la tarifa plana del Gobierno de España, que ya es reducida", anotó Landáburu, que destacó que la medida "no da respuesta" a los autónomos en activo, los cuales "no son nuevos y necesitan ayudas ante el aumento de los precios de la energía y de sus costes. Sobre ello, la presidenta sigue sin pronunciarse".

La Comunidad de Madrid asegura que su territorio se sitúa entre los "más favorables al emprendimiento, como demuestran los 413.641 autónomos que trabajan en la región, cifra récord en la serie histórica", aunque ese dato también tiene matices entre los que destacan las elevadas tasas de entrada y salida en el trabajo por cuenta propia.

"Hay mucha rotación, y eso significa que hay muchos falsos autónomos y que los negocios no se consolidan", señala Abad, que alerta del riesgo de que la subvención de las tarifas planas acabe, como ya ocurrió con el planteamiento inicial de estas, fomentando el primero de esos fraudes laborales al rozar la nulidad su efectividad para consolidar la ocupación de profesionales, ya que solo uno de cada nueve beneficiados por el recorte de las cotizaciones seguía como autónomo dos años después de comenzar.

"Algo tendremos que cotizar, porque con este sistema corremos el riesgo de fomentar los falsos autónomos", ironiza Abad.

De hecho, el cruce de los datos del Ministerio de Trabajo con los registros de la Seguridad Social apuntan a una escasa consolidación del trabajo por cuenta ajena en Madrid: entre enero y junio de 2022, los autónomos de primer año se redujeron en 265 mientras entraban en el sistema un total de 44.003, lo que apunta a un abandono de una magnitud similar entre esos debutantes.

Aunque quizás no se trate solo de una falta de solidez sino de la extensión de la figura del falso autónomo vistos los perfiles que Trabajo detecta en ese territorio: una "importante presencia" de trabajadores por cuenta propia en el sector servicios, llamativamente superior a los ratios del conjunto de España, y una disminución de "la antigüedad media de los negocios frente a la media estatal".

La subvención debe declararse en el IRPF, mientras las cuotas pagadas se siguen restando de los ingresos salariales para calcular la base imponible de ese impuesto.