Mercedes Wedaa, antigua empleada doméstica en la mansión de Seattle de Jeff Bezos, ha denunciado al presidente de Amazon por discriminación racial y "condiciones laborales inseguras e insalubres". Entre las alegaciones, la demandante destaca que sus compañeras y ella tenían que "saltar por la ventana del cuarto de la lavadora para poder ir al baño" y así evitar que la familia Bezos no notase su presencia. 

Wedaa afirma que el administrador de la casa trataba diferente a las trabajadoras hispanas y a las blancas. "Era agresivo y abusivo con nosotras", ha apuntado en la demanda impuesta contra el magnate y las dos empresas que gestionan sus propiedades en la ciudad de Seattle.

Durante los tres años que ha trabajado en el hogar del empresario, Wedaa asegura haber sufrido jornadas laborales de "diez a 14 horas sin descanso para comer". El personal de limpieza carecía de una sala específica para descansar por lo que la mayoría de veces se veían forzadas a comer junto a las lavadoras. 

Cuando la familia Bezos estaba en la residencia, el personal de limpieza no podía entrar en la casa a no ser que fuera para realizar tareas domésticas, ni siquiera para ir al baño. Según ha declarado la demandante al medio de noticias tecnológicas GeekWire, las dificultades para poder ir al servicio le costaron problemas de salud como varias infecciones de orina graves.

El abogado de Jeff Bezos, Harry Korrel, tacha de "absurdas" las declaraciones de Wedaa y asegura que ha firmado la demanda después de que se le negasen los nueve millones de dólares que reclamaba tras su despido. Korrel alega que el salario de la denunciante aspiraba a seis cifras anuales y llegó a convertirse "en la jefa de las trabajadoras del hogar". 

Según afirma el defensor de la denunciante, el despido de Wedaa fue improcedente. "Ha trabajado duro toda su vida y tiene las pruebas suficientes para sostener sus demandas", ha asegurado.