La empresa de energía renovables Solarprofit presentará un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para el 30% de su plantilla debido al "contexto de ralentización en la demanda de instalaciones fotovoltaicas por parte de los hogares", según ha anunciado este lunes la compañía después de presentar resultados, lo que ha provocado un fuerte desplome de sus acciones en Bolsa.

La empresa, que se dedica a la instalación de paneles solares, ha comunicado unas pérdidas operativas (EBITDA, por sus siglas en inglés) de 10,7 millones de euros en el primer semestre, frente a los 4,8 millones de euros positivos de un año antes. La facturación en el primer semestre descendió hasta 33 millones de euros frente a los 42,3 en el mismo período de 2022.

La firma con sede en Barcelona achaca los malos resultados al contexto de ralentización en la demanda de instalación fotovoltaica debido a la moderación de los precios de la electricidad y al menor poder adquisitivo de los hogares por la persistente inflación, dijo en un comunicado al BME Growth, el mercado en el que cotiza desde finales de 2021.

La caída de la demanda de instalaciones fotovoltaicas ha supuesto que la compañía "haya operado en algunos momentos por debajo del punto muerto", es decir, los costes superaron a los ingresos totales.

SolarProfit, que cuenta con más de 650 empleados, iniciará un expediente de regulación de empleo (ERE) a partir de octubre, dentro de un conjunto de medidas para "reequilibrar los gastos e ingresos" de la compañía.

La empresa ha actualizado a la baja sus previsiones para 2023 y ahora espera unos ingresos de 78 millones de euros y un ebitda negativo de 15 millones de euros. Eso sí, prevé que en noviembre, tras concluir el ERE, el resultado mensual vuelva a ser positivo, así como el ebitda consolidado del cuarto trimestre en su conjunto.

Los dos socios fundadores, Roger Fernández y Óscar Gómez, son los principales accionistas de la firma, al contar con un 44% de participación cada uno.

Con el descalabro del lunes, SolarProfit sigue los pasos de EiDF, otra empresa de renovables del mercado español BME Growth que ha sufrido una importante sangría. Las acciones de la gallega se hundieron un 70% la semana pasada al reanudarse la cotización tras cuatro meses de suspensión.