El Santander ha lanzado formalmente este martes los contactos con los sindicatos para acometer un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en España que afectará a "todos los centros de trabajo": red comercial, servicios centrales y centro corporativo.

El banco ha justificado el futuro plan de transformación y eficiencia en causas económicas, organizativas y productivas y sin despejar cuál será el impacto específico en términos de empleo, según han detallado los sindicatos al término del encuentro. Los sindicatos esperan conocerlo en su próxima reunión, fijada para el viernes próximo, día 6 de noviembre.

El Santander ha expuesto la necesidad de buscar eficiencias y rentabilidad y adaptarse a la reestructuración del sector, a la vez que está obligado a invertir más en tecnologías y transformar estructuras.

CCOO indicó que ha insistido al banco en que cualquier ajuste que se aborde tenga lugar "a través de medidas de flexibilidad interna y en todo caso a través de procesos no traumáticos" que "respeten" los derechos de una plantilla que ha contribuido "con su esfuerzo a situar a Banco Santander como una empresa líder en el sector".

UGT ha insistido, según ha comunicado después, que la plantilla "no puede seguir asumiendo el mayor coste en todos estos procesos", abogando también por planes de prejubilaciones y salidas voluntarias. En un comunicado le ha afeado además que garantizase de forma pública los empleos mientras durara el estado de alarma, que a juicio del sindicato "sigue vigente a fecha de hoy".

El sindicato aboga por fórmulas como la flexibilidad interna, la movilidad funcional o dentro del perímetro del grupo y negociando un acuerdo de prejubilaciones que "permita el relevo generacional".

El Sindicato de Trabajadores del Santander (STS) ve también "fundamental" la "absoluta voluntariedad" por parte de los trabajadores y que este proceso no se realice con medidas traumáticas, sino bajo el paraguas de un acuerdo de prejubilaciones por tres años.

Con la reunión de este martes se da por iniciado el periodo previo contemplado en el convenio de banca para procesos de reestructuración a través de un ERE.