MADRID.- El presidente del Gobierno ha almorzado hoy con el lobby empresarial Puente Aéreo, al que pertenecen los presidentes de las principales empresas ubicadas en Madrid y Barcelona, pero también el histórico diputado de CiU, Josep Sánchez-Llibre.

Mariano Rajoy ha convocado a la cúpula empresarial en plena ofensiva de Ciudadanos por lograr el apoyo a su proyecto del Ibex 35, algo que, según temen en el PP, podría estar consiguiendo. El alarmante brote de corrupción en el seno del partido del Gobierno, que ha tocado ya a quien fuera referente económico del PP, vicepresidente y director-gerente del FMI, Rodrigo Rato, estaría detrás del interés de los grandes empresarios por el programa económico liberal de Albert Rivera. En el almuerzo no se tocó el tema de Rato, según fuentes conocedoras del encuentro.

El líder conservador, sin embargo, ha querido hacerse la foto con el influyente foro Puente Aéreo, por un lado, para dejar constancia de que el PP sigue siendo la opción de las grandes empresas y, por otro, para tratar de convencer a sus responsables de que apoyar alternativas que no tienen experiencia de gobierno es "una aventura que España no se puede permitir", aseguran a Público fuentes del Partido Popular en línea con el discurso de Rajoy.

"Buenas perspectivas económicas"

El presidente ha trasladado a la treintena de empresarios que forman parte del Foro Puente Aéreo que va a concentrar sus esfuerzos en el crecimiento económico de España y en el "sentido común", según han informado a Europa Press fuentes del Ejecutivo. "Voy a dar la batalla del PIB y del sentido común", ha asegurado textualmente el jefe del Ejecutivo ante los empresarios de Madrid y Barcelona con los que ha almorzado. 

El presidente ha subrayado su satisfacción por que el FMI haya revisado al alza su pronóstico para 2015, hasta situarlo en el 2,5%

Este encuentro se celebra apenas un mes antes de las elecciones autonómicas y municipales de mayo y ha permitido que los representantes de esas empresas puedan intercambiar directamente con Rajoy sus impresiones acerca de la marcha de la economía, después de que el FMI haya revisado al alza su pronóstico para 2015, hasta el 2,5%. De hecho, las fuentes consultadas por la agencia, han señalado que durante el almuerzo han comentado las "buenas perspectivas económicas" de España y han analizado la situación política en general, en un año marcadamente electoral en el que las encuestas recogen el ascenso de nuevas formaciones como Ciudadanos o Podemos.

Sobre la mesa del almuerzo (espárragos blancos, bacalao, Albariño y Rioja y soufflé), también ha estado la situación creada en Catalunya tras el proceso soberanista iniciado por el presidente de la Generalitat, Artur Mas. El jefe del Ejecutivo ha reiterado su posición a los empresarios asistentes a esta reunión, entre los que se encontraba el portavoz adjunto de CiU en el Congreso, Josep Sánchez-Llibre.

Desde el Gobierno del PP se hace hincapié constante en las "ayudas" que ha prestado el Estado a Catalunya

Cuando los partidos soberanistas catalanes presentaron el pasado mes de marzo su hoja de ruta soberanista, Rajoy ya dijo que era mala en su fondo y en su forma para Catalunya y para España, al tiempo que subrayó que ningún Gobierno autorizaría nunca la ruptura de la soberanía nacional. Frente al camino iniciado por el presidente de la Generalitat, desde el Gobierno del PP se hace hincapié en las "ayudas" que ha prestado el Estado a Catalunya a lo largo de la legislatura para que tenga una mejor financiación y pueda hacer frente a los pagos.

Al almuerzo en Moncloa han asistido una treintena de empresarios, entre ellos, los presidentes de Repsol, Acciona, Mutua Madrileña, Gas Natural, Siemens, Unidad Editorial, FCC, Vocento, AC Hoteles, Seeliger y Conde, Grupo Planeta, Willis Iberia, Grupo Godó, Mapfre, ACS, Endesa, Agbar, IAG, OHL, Gopa Consulting, Pronovias y Banco Sabadell. Por parte del Ejecutivo, aparte de Rajoy, han acudido el director del gabinete de la Presidencia, Jorge Moragas; el director de la Oficina Económica de Moncloa, Álvaro Nadal, y la secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez Castro. Entre los presentes estaba también el presidente de la patronal Foment de Treball, Joaquim Gay de Montellà.