La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, ha asumido este martes el mando temporal de la institución, después de que finalizara el mandato del actual gobernador, Pablo Hernández de Cos, y a la espera de que el Gobierno decida quién ocupará el cargo los próximos seis años.

Por primera vez en la historia, la persona que ocupa el segundo puesto en el Banco de España pasa a desempeñar las funciones del gobernador, sin embargo lo hace de forma interina y con menos poder, puesto que no tiene derecho a voto en las reuniones del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE).

El BCE cuenta con unos estatutos en los que se indica que aquellos que sustituyan a los gobernadores de los bancos centrales nacionales, como es el caso de Delgado, no tienen derecho a voto cuando en el Consejo de Gobierno se debatan ciertos temas, incluida la política monetaria. En consecuencia, España no podrá votar en las próximas dos reuniones de tipos del Consejo de Gobierno del BCE, que se celebrarán el próximo 18 de julio y el 12 de septiembre.

Para el director de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, el hecho de que el Gobierno haya pospuesto el nombramiento de un nuevo gobernador tiene esta consecuencia "desafortunada" y "adversa".

Además, al margen de la disfunción que se genera en el BCE, ha incidido en que no tener gobernador "altera el funcionamiento de la institución" en términos generales, aunque ha asegurado que el Banco de España tiene "mecanismos" para superar esta situación.

Gavilán ha sido el único en hablar este martes y lo ha hecho al presentar las nuevas proyecciones económicas del Banco de España, puesto que no ha habido ningún acto ni declaración oficial por parte de la subgobernadora o de la propia institución.

El cese de Hernández de Cos se ha publicado este martes en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y, por tanto, como sigue sin elegirse un sucesor, la subgobernadora "asume todas sus atribuciones", como está previsto en los estatutos del Banco de España.

No obstante, el propio mandato de Margarita Delgado concluye el 11 de septiembre, por lo que para entonces ya tendrían que estar elegidas las dos personas que ocuparán los puestos de gobernador y subgobernador.

En el Gobierno se inclinan por tener el tema resuelto antes de las vacaciones de verano, después de haber tendido la mano al PP, el principal partido de la oposición, para intentar llegar a un acuerdo sobre la renovación de estos y otros cargos.

La elección del nuevo gobernador

Tradicionalmente, el PP y el PSOE alcanzaban un acuerdo a la hora de renovar la cúpula del Banco de España, pero la crisis del Gobierno de Mariano Rajoy tras la moción de censura presentada por el PSOE inclinó en 2018 la balanza hacia un perfil claramente técnico, y no político, como gobernador del Banco de España.

Por ello, el entonces ministro de Economía, Román Escolano, propuso como gobernador a Hernández de Cos, hasta entonces director general de Economía y Estadística del Banco de España, y ahora, seis años después, el Ejecutivo de Pedro Sánchez aboga igualmente por un nombramiento basado "en la profesionalidad y la independencia".

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, reconoció públicamente hace semanas que tenía "varios candidatos" en mente para suceder a Hernández de Cos y había trasladado a Sánchez una lista con los nombres.

Sin embargo, después, desde Stresa (Italia), donde participaba en el G7 invitado por la presidencia italiana, Cuerpo se mostró "abierto a hablar" con el PP sobre la renovación de la cúpula del Banco de España.

Entre los nombres que se barajan para el puesto de gobernador están, entre otros, además de Delgado; el de la vicepresidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Montserrat Martínez, o el del subgobernador Fernando Restoy. Si se opta por una mujer, sería la primera vez que el mando de gobernador del Banco de España no lo desempeña un hombre.

Las tareas pendientes del sucesor

En su última intervención en el Congreso de los Diputados, Hernández de Cos dejó trabajo pendiente a su sucesor que, además de tener que analizar la OPA hostil del BBVA sobre el Banco Sabadell desde la perspectiva de la solvencia, tendrá que afrontar los próximos retos de la economía española.

Entre estos, el gobernador destacó el impulso del crecimiento de la productividad, reducir la elevada tasa de paro estructural, garantizar la sostenibilidad de las cuentas públicas, disminuir las vulnerabilidades de ciertos segmentos de hogares —en particular en relación con la accesibilidad a la vivienda—, afrontar los múltiples desafíos que plantea la transición ecológica, y seguir reforzando la capacidad de resiliencia del sistema financiero.

Así, el gobernador avisó de que la capacidad de crecimiento de la economía española en los próximos años se verá muy condicionada por este conjunto de retos estructurales de gran envergadura.

De Cos advirtió también de que la falta de consensos, en un contexto de elevada fragmentación política, dificultará el diseño e implementación de dichas reformas y del plan de consolidación fiscal que necesita España, lo que afectará negativamente a las perspectivas de crecimiento económico futuro.

Además, alertó de que, de acuerdo con distintos indicadores, desde la crisis financiera internacional se está produciendo un deterioro de la percepción de la confianza de los ciudadanos en las instituciones, que es generalizado en la mayor parte de los países, pero que ha sido particularmente relevante en el caso español.