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Lagarde dice ahora que el BCE no se compromete con futuras decisiones sobre los tipos de interés

La  presidenta del BCE asegura que el aumento del precio del dinero empieza a surtir efecto en la economía, pero avisa que su transmisión puede hacerse más intensa como consecuencia de las turbulencias bancarias.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, durante se intervención en la Comisión de Asuntos Económicos   y Monetarios del Parlamento Europeo. REUTERS/Johanna Geron
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, durante se intervención en la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo. Johanna Geron / REUTERS

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, dijo este miércoles que la entidad no se compromete ex ante con los tipos de interés, por lo que ni están comprometidos con aumentarlos más, ni han terminado los incrementos. Lagarde destacó en una conferencia con los observadores del BCE en Fráncfort que "con la elevada incertidumbre, es aún más importante que el ritmo de los movimientos de los tipos de interés dependa de los datos".

"Esto significa, ex ante, que ni estamos comprometidos a subir más, ni hemos terminado con los incrementos de los tipos de interés", añadió la presidenta del BCE horas antes de que la Reserva Federal (Fed) de EEUU comunique su decisión sobre sus tipos de interés. Los mercados prevén que la Fed suba sus tasas en un cuarto de punto hasta entre el 4,75% y el 5 %.

El BCE está determinado a bajar la inflación general en los 20 países que comparten el euro hasta el 2% (la media de la Eurozona se situó en febrero en el 8,5%, cuando en octubre estaba en el 10,6%) y para ello sube el precio del dinero, para frenar la demanda, pero ahora, dadas las condiciones actuales y las tensiones en los mercados por la tormenta bancaria  tras el colapso del estadounidense Silicon Valley Bank y del suizo Credit Suisse, su estrategia dependerá de la situación económica.

"De hecho, como expliqué la semana pasada, si el escenario base en nuestras proyecciones más recientes se confirma, todavía tenemos terreno que recorrer para asegurar que las presiones inflacionistas se reducen", apostilló Lagarde.

El BCE ha aumentado el precio del dinero desde julio del año pasado en 350 puntos básicos, hasta el 3,50%; la última subida fue la semana pasada, pero el banco eliminó de su mensaje la expectativa de que volvería a subirlos en las próximas reuniones a la luz de los recientes nervios en los mercados financieros.

Lagarde aseguró que las subidas de los tipos de interés apenas están empezando a surtir efecto en la economía, pero su transmisión puede hacerse más intensa como consecuencia de las turbulencias bancarias. La presidenta del BCE dijo que las  subidas del precio del dinero podrían verse magnificadas si los bancos se vuelven más reacios al riesgo y empiezan a exigir tipos más altos a la hora de conceder préstamos, lo que probablemente implicaría que el banco central tendría que aumentar sus propios tipos en menor medida. "Si, por ejemplo, los bancos empiezan a aplicar una mayor cuña de intermediación [lo que significa que a cualquier nivel del tipo de interés básico exigen una mayor compensación por el riesgo percibido que asumen al conceder préstamos], entonces la transmisión se hará más fuerte", explicó.

División en el seno de la entidad

Debido a la aparición de tensiones en los mercados financieros por el colapso de varios bancos estadounidenses y el rescate del suizo Credit Suisse, los mercados apuestan que la Fed y el BCE moderarán las subidas del precio del dinero. El Consejo de Gobierno del BCE sigue dividido y algunos de sus miembros dan un mensaje contundente en su compromiso para bajar la inflación, otros se muestran más cautelosos y otros preocupados por el peligro de subir demasiado los tipos de interés.

El economista jefe del BCE, Philip Lane, dejó entrever este miércoles que van a subir más los tipos de interés una vez que se calmen las tensiones en los mercados financieros y si sus previsiones de inflación se confirman. Antes de la tormenta bancaria, el BCE ya había revisado a la baja la inflación general por la caída de los precios de la energía, pero la inflación excluidos la energía y los alimentos continuó aumentando en febrero y los expertos del BCE esperan que se sitúe en una media del 4,6 % en 2023, por encima de lo estimado en diciembre.

El miembro del comité ejecutivo del BCE Fabio Panetta consideró que inevitablemente deben navegar entre el riesgo de quedarse cortos al subir los tipos de interés y el de pasarse. El riesgo de quedarse cortos prolongaría la inflación y el de reaccionar exageradamente crearía inestabilidad en un momento en el que se encadenan impactos que desestabilizan la economía.

El presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, dijo en una entrevista con el diario británico Financial Times que el BCE no está cerca del final de su ciclo de subidas de los tipos de interés y que debe incrementarlos más pese a las recientes turbulencias en los mercados financieros por los problemas de los bancos.

Pero el gobernador del Banco de Grecia, Yannis Stournaras, había comentado el martes en una entrevista con CNBC que el BCE está a punto de concluir su ciclo de subidas de los tipos de interés.

Algunos de los miembros más agresivos del Consejo de Gobierno del BCE, que estaban a favor de subir los tipos de interés con determinación para frenar la inflación, ya no están tan seguros de que vayan a aumentar más el precio del dinero en 50 puntos básicos debido a las tensiones financieras y creen que es necesario estudiar las implicaciones de más incrementos.

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