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Un juez dice que Navantia tomó "represalias" contra siete trabajadores subcontratados

Los ingenieros que denunciaron "cesión ilegal" de personal y pidieron formar parte de la plantilla han sido despedidos o trasladados a otras ciudades. El próximo 30 de junio se celebrará el primero de cuatro juicios por este asunto.

Navantia
Dos operarios de Navantia en una imagen de archivo. EFE

Lo que empezó como una reclamación ha terminado en despidos, traslados forzosos y demandas judiciales. Todo eso ha ocurrido, ocurre y seguirá ocurriendo –al menos durante los próximos meses– en la empresa pública Navantia, donde siete ingenieros que buscaban ser reconocidos como parte de la plantilla han acabado, literalmente, entre la calle y los tribunales.

La batalla que hoy se dilucida en los juzgados empezó en noviembre pasado con una reclamación formulada, en una primera instancia, por 14 trabajadores que prestaban servicio desde hacía años en el Departamento de Sistemas de Control de Navantia en Cartagena. Todos ellos estaban contratados a través de varias subcontratas, aunque desempeñaban sus tareas únicamente en el astillero de Cartagena bajo la dependencia exclusiva de Navantia.

"Desde que conoció la demanda, la empresa pública comenzó a presionar a los trabajadores para que desistieran de la misma", relata a Público el abogado Andrés Galán, quien actualmente ejerce la defensa de quienes decidieron seguir adelante. Son, en total, siete ingenieros, mientras que los siete restantes declinaron continuar con el procedimiento.

"Navantia y las subcontratas han adoptado una serie de medidas contra los otros siete que trabajadores que mantuvieron su proceso, que son, en mi opinión, verdaderas represalias tendentes a que desistan de su reclamación", afirma el letrado. Lo son para Galán y también para el juzgado de lo social número 2 de Cartagena, que en una sentencia emitida el pasado 6 de marzo condenó a la empresa por tomar medidas de "hostigamiento" contra uno de los ingenieros.

La sentencia señala además que la empresa retiró a los denunciantes sus respectivas tarjetas de acceso a las instalaciones de la compañía en Cartagena. A al menos uno de ellos, la subcontrata le hizo saber que Navantia había decidido que solo podría volver a entrar si retiraba la demanda.

El responsable de Recursos Humanos "indicó al demandante que si quería seguir trabajando estaba obligado a desistir"

En la resolución judicial figura otro dato relevante: el magistrado a cargo del procedimiento describe la llamada realizada a uno de los ingenieros por parte del responsable de Recursos Humanos de la empresa pública, quien le "indicó al hoy demandante que si quería seguir trabajando estaba obligado a desistir y le anunció que pese al resultado del pleito no iba a trabajar en Navantia, porque había decidido ejemplarizar con los siete que mantenían la acción de cesión ilegal para evitar futuras demandas de otros subcontratados, existiendo medios para su propósito". Esta sentencia, en la que el juez emplea en distintas ocasiones el término "represalia", ha sido recurrida por Navantia y Soologic, una de las empresas subcontratistas.

Despidos y juicios

A día de hoy, los reclamos laborales por parte de los siete ingenieros se saldan ya con cuatro despidos. Dos de los trabajadores fueron despedidos tras obtener una resolución judicial que anulaba sus traslados forzosos a otros centros de trabajo.

En ese contexto, ya están fijados cuatro juicios por cesión ilegal de trabajadores: el primero tendrá lugar el 30 de junio y los restantes llegarán los días 1, 20 y 21 de octubre. Asimismo, el 6 y 29 de julio "se va a resolver sobre la nulidad de las represalias", relata Galán.

A la espera de esas citas en los tribunales, fuentes próximas a los trabajadores afectados destacaron a Público que todos ellos han sido víctimas de "una serie de medidas ejemplarizantes". "Hay mucha gente en la empresa que está en esa misma situación", remarcaron. De hecho, se estima que cerca de 300 trabajadores se encontrarían en ese escenario de cesión ilegal.

Subiendo puestos

Estas demandas contrastan con el momento pujante que vive la compañía: las cinco corbetas encargadas por Arabia Saudí ha posicionado a Navantia en el puesto 76 del ranking de la industria militar mundial que elabora el prestigioso Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI). De hecho, hasta diciembre pasado era la única empresa española que figuraba en ese listado.

Este periódico ha intentado contactar con el área de Comunicación de Navantia para conocer sus impresiones sobre la situación abierta con los siete trabajadores. De momento ha resultado imposible conocer su versión.

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