El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha pedido "estabilidad jurídica y regulatoria", ante la "incertidumbre" vivida a lo largo del año pasado por la crisis en el sector energético motivada por la invasión de Ucrania por Rusia, para abordar las "enormes" inversiones que son necesarias para garantizar la transición y la independencia energética.

En su discurso ante la junta general de accionistas de la eléctrica, Bogas consideró que 2022 fue un ejercicio marcado por los "permanentes cambios regulatorios, la intervención del mercado eléctrico, la desinformación y la respuesta que ha dado el sector".

A este respecto, apuntó que durante el año el sector tuvo que gestionar unos 74 cambios regulatorios: 32 normas y 6 Reales Decretos que modificaban a su vez otras 42 normas anteriores. Toda esta montaña rusa de cambios regulatorios, unidos a las 57 modificaciones regulatorias de 2021, hicieron "sumar 131 cambios normativos en 24 meses", añadió. "Estos cambios regulatorios mayoritariamente han buscado proteger a la ciudadanía y al tejido empresarial y han permitido que en España se contengan mejor los precios que en otros países de la Unión Europea, pero también han generado distorsiones en el mercado y tensiones operativas", dijo.

Para ello, tendió la mano al Gobierno y las instituciones para "mantener un diálogo fluido" para contribuir a que las políticas energéticas que se apliquen sean beneficiosas para el conjunto de la ciudadanía.

Asimismo, defendió que la reforma del mercado eléctrico en Europa sea "homogénea a nivel europeo", contando con el "mayor grado de consenso y que no haya soluciones particulares", ya que "podría romper el mercado". De esta manera, el ejecutivo de Endesa rompió una lanza en favor de la propuesta de reforma de la Comisión Europea, que aboga por mantener el sistema marginalista y no establecer precios regulados para las instalaciones nucleares o hidráulicas ya amortizadas, frente a la más intervencionista sobre los precios a la que aspira el Gobierno español.

Respecto al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), la hoja de ruta a 2030 del Gobierno para la transición energética y cuya revisión debe ser enviada a Bruselas antes de finales de junio, el consejero delegado afirmó que es "preciso revisar y adaptar" algunas de sus hipótesis y escenarios para dar "firmeza al sistema durante la transición energética".

El consejero delegado de Endesa destacó además "estamos mejor que hace un año" por la bajada de los precios del gas, aunque advirtió de que "no hay certidumbre sobre el comportamiento que podría tener en el medio plazo"  por lo que pidió "no bajar la guardia". Bogas señaló que la bajada del precio del gas se ha producido gracias a "la diversificación de los suministros, al crecimiento de las renovables y a las medidas de eficiencia energética tomadas a nivel europeo".

La junta de accionistas de Endesa estuvo marcada por la despedida como consejero de Francesco Starace, quien dejará de ocupar dicho puesto en nombre de Enel tras la decisión del Gobierno italiano de sustituirle como consejero delegado de la compañía pública italiana por Flavio Cattaneo, un nombramiento que se materializará en la asamblea de accionistas de la eléctrica convocada para el 10 de mayo en Roma.

El consejero delegado de Endesa agradeció a Starace "su continuo apoyo a Endesa y su compromiso con España y Portugal".

En cuanto al futuro de Endesa tras la salida de Starace de Enel, el presidente de la eléctrica, Juan Sánchez-Calero, aseguró que no se esperan cambios en la estrategia. También dio por sentada la continuidad de Bogas, quien renovó en 2022 por cuatro años, hasta 2026.

La junta de Endesa aprobó la reelección de Juan Sánchez-Calero Guilarte, actual presidente no ejecutivo de la compañía, como consejero independiente por otros cuatro años.

Asimismo, los accionistas de la energética votaron también la reelección de Ignacio Garralda, presidente de Mutua Madrileña, y de Francisco de Lacerda, exCEO de Correos de Portugal, como consejeros independientes, así como de Alberto de Paoli, director financiero de Enel, como consejero dominical.

Además, la junta aprobó este viernes el pago de un dividendo de 1,585 euros brutos por título, un 10% más que el año anterior, y que será abonado el próximo 3 de julio. Para la compañía supondrá repartir un máximo de 1.678,5 millones de euros entre sus accionistas, de los que Enel, que posee el 70,1%, percibirá un máximo de 1.176 millones de euros.

Por otro lado, los accionistas dieron también su visto bueno a las cuentas de 2022, año en que Endesa obtuvo un beneficio neto de 2.541 millones de euros, lo que supuso un incremento del 77,1% con respecto a los 1.435 millones obtenidos en 2021.