La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, anunció este lunes que el Gobierno prescindirá de la última emisión de deuda que tenía prevista para este año, para el 16 de diciembre, por lo que la deuda neta emitida en 2021 ascenderá a 75.000 millones, gracias en gran medida a la mejora de la recaudación de impuestos.

"Quiero anunciarles que vamos a prescindir de la última emisión de deuda pública de bonos correspondiente a este año", afirmó Calviño en declaraciones a la prensa antes de participar en Bruselas en una reunión de ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro (Eurogrupo). Según explicó, tras esta decisión la emisión de deuda neta en 2021 será finalmente de 75.000 millones, lo que supone un 31,8% menos respecto a lo previsto al iniciar 2021, cuando la previsión era de 110.000 millones.

Ésta es la tercera reducción de la previsión de emisión neta que el Gobierno realiza en 2021, ejercicio para el que inicialmente estimó en los Presupuestos Generales del Estado una emisión neta de 110.000 millones pero que, en una primera reducción, se rebajó a 100.000 millones debido a una mejor evolución de los ingresos respecto a cuando se hicieron las proyecciones para las cuentas públicas.

Más tarde, en julio, el Tesoro Público realizó una segunda reducción, por 20.000 millones de euros, a los que se suman los 5.000 millones anunciados este martes por la vicepresidenta primera. Por su parte, la emisión bruta de títulos de deuda descenderá a 264.174 millones en este ejercicio.

Además, la vicepresidenta económica señaló que la previsión es que las emisiones de deuda neta para el próximo año estarán alrededor de esa misma cifra, si bien el Tesoro Público anunciará a principios de enero la Estrategia de Financiación.

A juicio de Calviño, este hecho "refleja también ese buen tono" y "el impulso de la recuperación económica que muestran todos los indicadores", entre los que ha citado el ritmo de creación de empleo y la evolución de los ingresos fiscales, con una recaudación un 3% superior a antes de la pandemia.

La vicepresidenta apuntó que tanto la llegada los fondos europeos como la buena evolución de los ingresos tributarios, así como el mantenimiento de las buenas condiciones de financiación, han permitido reducir el volumen de financiación requerido este año. Calviño resaltó que la buena evolución de los ingresos tributarios, con un incremento de la recaudación superior a la prevista, especialmente del IVA, IRPF e Impuesto de Sociedades, pone de manifiesto la intensidad de la recuperación económica.

Coste de la deuda en tipos negativos

Según indicó el Ministerio de Asuntos Económicos, el coste medio de la deuda emitida en el año se va a situar por primera vez en la historia en negativo, en el -0,02%, mientras que también se ha rebajado el coste medio del stock de deuda, que se sitúa en el 1,65%, 21 puntos menos que a cierre de 2020, lo que constituye "un nuevo mínimo histórico". Esta reducción, destacó el Ministerio, permitirá que en 2020 siga disminuyendo la carga de intereses del Estado y de las Administraciones Pública, tanto en términos absolutos de caja, como en relación al PIB y a los ingresos públicos.

En esta misma línea, la deuda pública continúa aumentando su vida media a niveles máximos, situándose en 8,07 años, lo que, según el Ministerio, "permite a España estar preparada para una eventual normalización de la política monetaria".

Asimismo, el Departamento de Calviño subrayó que "el esfuerzo de los últimos años de ampliar y profundizar la base inversora ha permitido que el peso de los inversores internacionales se mantenga estable, en el entorno del 44%, lo que pone de manifiesto su confianza en la economía española". En este sentido, apuntó que, a lo largo del año, se ha mantenido un alto nivel de demanda en las emisiones, con una ratio de cobertura de 2,91.

Fondo de recuperación

La vicepresidenta, además, expresó su confianza en que "antes de final de año" llegue el visto bueno de los Veintisiete al desembolso del primer tramo del fondo de recuperación para España, que asciende a 10.000 millones, un pago al que Bruselas ya dio su aval el viernes pero requiere de este otro paso formal para que pueda realizarse.

"Entre hoy y mañana vamos a terminar de hablar con todos los compañeros del Ecofin (consejo de ministros de Finanzas de la UE), con el ánimo de tener esa reunión del Comité Económico y Financiero antes de finales de año y que cuanto antes se produzca el desembolso", explicó Calviño.

Con el dictamen positivo de la Comisión Europea el viernes le toca ahora al resto de Estados miembro, a través del Comité Económico y Financiero (EFC, por sus siglas en inglés) examinar el expediente y dar su opinión. Si este análisis es positivo y también lo avalan (o si pasa un mes sin que ningún país se pronuncie), el desembolso será autorizado.

Preguntada por si cree que el dinero estará disponible en lo que queda de 2021, Calviño se ha limitado a decir que están trabajando con el Consejo "para tratar de acelerar los plazos" y que se pueda producir "cuanto antes" el desembolso efectivo del dinero. 

El tramo de 10.000 millones que espera España se unirá al anticipo de 9.000 millones que el Ejecutivo comunitario permitió a mediados de agosto y que no estaba sujeto a condiciones.