Ante los discursos instalados en cierta parte de la opinión pública y determinados sectores empresariales sobre la pérdida de dinamismo de la economía catalana y del rol de liderazgo de Barcelona, los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), relativas al tercer trimestre de 2022, muestran cómo la capital catalana está consolidando la recuperación pospandémica, acompañada de una creación de empleo.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de paro de Barcelona se sitúa por debajo de la media catalana y de la estatal estatal  y es inferior a la de ciudades como Madrid, identificada en muchas ocasiones como el modelo de gestión para incentivar la economía. Entre julio y septiembre de este año, la capital catalana acumulaba 56.100 personas sin empleo, lo que supone una tasa del 7,3% de desempleados.

En el ranking de ciudades del Estado con más de 500.000 habitantes, Barcelona se posiciona a la cabeza, seguida de Zaragoza (9,15%), Madrid (10,7%), València (12,3%), Málaga (15, 8%) y Sevilla (17,5%). El pasado octubre, Barcelona fue la segunda ciudad del Estado que más redujo su cifra de paro registrado. En la web del Ayuntamiento de Barcelona se puede comprobar cómo en el tercer trimestre, la tasa de paro de la capital catalana era del 7,3%, mientras que en la provincia subía hasta el 9,3%, la misma cifra que la media catalana. En el caso del España, ésta subía al 12,7%.

Fuentes del consistorio aseguran que las estadísticas constatan que "Barcelona mantiene su tradicional papel de motor económico y generación de empleo". Para el Ayuntamiento, las razones se encuentran "en un contexto económico favorable y al hecho de que se hayan sabido aprovechar las posibilidades que ofrece la mejora del entorno".

En una comparecencia reciente en el marco de la feria Bizbarcelona, el primer teniente de alcaldía y concejal de Economía del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni, destacó la apuesta del consistorio por diversificar la economía con el objetivo de crear empleo de calidad con la promoción de políticas públicas que lo estimulen. Ante lo que calificó como el "fantasma de la derecha", el dirigente socialista expuso que en dos años el paro registrado en Barcelona ha descendido del 13 al 7%, reduciéndose la cifra de personas sin trabajo de las 92.000 a menos de 60.000. Además, precisó que el número de trabajadores con un contrato indefinido se ha doblado en el mismo período, superando el 45%.

Calidad del empleo

A la hora de enmarcar esta rebaja del paro, Collboni puso como ejemplo la colaboración entre las administraciones locales y los sindicatos que ha permitido sacar adelante el Acuerdo por la Calidad del Empleo, que "tiene que hacer de Barcelona una ciudad para vivir, pero también para trabajar". Desde los sindicatos, se evidencia un optimismo moderado, explicando que más que una celebración por las buenas cifras, se trata de seguir luchando para que vaya mejor.

El pacto que menciona Collboni hace referencia al acto en el que el Ayuntamiento de Barcelona y unas sesenta entidades y organizaciones de la ciudad que trabajan para el empleo firmaron el pasado abril. Bajo el nombre de Acuerdo de Barcelona para el Empleo de Calidad 2021-2030, el objetivo es reducir la temporalidad y las desigualdades del mercado de trabajo con contratos de calidad, generación de oportunidades y mayor estabilidad en el ámbito laboral. Entre los retos que se marca, se encuentran: el paro de larga duración, el paro juvenil y las desigualdades educativas, la temporalidad, la precariedad y brechas salariales por cuestiones de género o territorialidad, las condiciones laborales, y la evaluación de las políticas de empleo, entre otros.

La responsable de mercado de trabajo y las políticas de empleo de CCOO Catalunya, Romina Garcia, vincula al incremento del consumo, posterior a la pandemia, el máximo histórico de cifras de personas empleadas. "La entrada en vigor de la reforma laboral nos ha generado un marco estable para la contratación", añade. En cuanto a las causas de la recuperación del mercado de trabajo, Garcia alude al sector servicios como el motor del impulso económico, con tasas de crecimiento anuales por encima del 7%, impulsadas por el comercio, la hostelería, el transporte y las comunicaciones.

Buena base económica y laboral

Para fundamentar esta visión, Romina Garcia se basa en el Informe socioeconómico de Barcelona y su situación laboral y de empleo, elaborado por el Consell Econòmic i Social de Barcelona (CESB), que recoge datos del tercer trimestre de este año. A pesar del buen momento de la capital catalana, el estudio del CESB muestra cómo la situación internacional ha afectado de forma desigual aspectos tan relevantes por Barcelona como el comercio internacional y también a la inflación en productos tan críticos como el energético y alimenticio.

El CESB concluye que Barcelona tiene una buena base económica y una buena situación laboral, pendiente de ver cuál será el impacto que va a tener la dinámica internacional militar, comercial, económica e inflacionaria en todos los indicadores estudiados. El avance de los datos en la ciudad de Barcelona muestra cómo la variación del PIB interanual al finalizar el segundo trimestre de este año se sitúa con un incremento del 6,8%, cuatro décimas menos que el 7,2% que registraba la variación interanual del primer trimestre. De hecho, la economía de la ciudad sigue creciendo, destacando que al finalizar el mes de junio de 2022, el PIB de la capital ya había alcanzado los niveles que existían antes de la pandemia, consolidando la recuperación laboral y económica.