El Banco de España ha rebajado este viernes las expectativas de crecimiento económico en 2022. Si antes se esperaba un Producto Interior Bruto (PIB) del 4,5%, ahora se reduce al 4,1%. Pero también estima una menor inflación, que pasa del 7,5% al 7,2%, con motivo de la llamada "excepción ibérica" para limitar los precios del gas y la electricidad.

En su informe de proyecciones macroeconómicas para el periodo 2022-2024, el Banco de España explica que la reducción en la tasa de inflación también es causa del decreto anticrisis, prorrogado hasta septiembre para hacer frente al histórico encarecimiento de la energía ante las rentas de los hogares.

No obstante, se prevé una subida de la inflación cuando el tope del gas, vigente a partir del 15 de junio, deje de estarlo el próximo año. Por esta razón se estima una tasa superior del 2,6% (seis décimas más que en la proyección anterior) en 2023 y del 1,8% (dos décimas más) en 2024.

En este contexto, las empresas han trasladado parcialmente los costes de producción a sus precios de venta a la vez que se da un repunte "relativamente vigoroso" en la demanda de servicios para los que se requiere una mayor interacción social. Por este motivo, el Gobierno, sindicatos y parte de la sociedad civil ha considerado necesario adoptar medidas para hacer frente a la amenaza de la precariedad.

Crecimiento en el segundo trimestre

El Banco de España estima que el PIB se elevará un 0,4 % en el segundo trimestre de este año, si bien se trata de una cifra sometida a "un elevado grado de incertidumbre" por factores como la guerra en Ucrania y la política de "covid cero" en China.

Por el contrario, impactan de forma positiva en esa cifra la eliminación de las restricciones asociadas a la crisis sanitaria, así como un mayor dinamismo del consumo en el segundo trimestre. Las medidas fiscales y regulatorias para hacer frente a la inflación también han jugado un papel central en el crecimiento económico.